Los Olvidadizos

Cuando Hansa Urbana abandona las obras de rehabilitación del monasterio de San Ginés de la Jara “olvidó” que tenía que consolidar, antes de irse, la iglesia y las viviendas auxiliares. Ese “olvido” de la propietaria no sería grave si al organismo competente no se le “olvidase” también recordárselo.

¡Qué desgracia andar de “olvido en olvido” en este municipio! En julio de 2016, recién terminado el tejado de la Almazara, se le refrescó la memoria a María Comas Gabarrón con un informe técnico.

Muy amablemente respondió en un oficio que había dado el plazo de un mes a la mercantil para que procediese a presentar un proyecto de consolidación de las viviendas auxiliares. Viendo que allí no se movía un esparto, en enero de 2019 se hizo un nuevo recordatorio al organismo competente.

Se adjuntó el oficio de la Directora General, el informe técnico y algunas fotografías. Respondió esta vez el nuevo jefe de servicio, Gregorio Romero Sánchez. Habían abierto un expediente nuevo, OBR21/2019 y ya nos dirían algo después de estudiar el asunto.

¡Cómo si no se viera a simple vista con el reportaje fotográfico que se adjuntaba!
Transcurridos tres meses, debíamos entender que se quejaba uno de vicio o, lo que es peor, que a la administración se la traía al pairo tu queja y pacientemente esperaba la caducidad del expediente o tu pérdida de memoria.

¡Cosas de eficiencia administrativa! Sin embargo, como hay ciudadanos más pesados que el barro, tres días después del silencio negativo del director general, Juan Antonio Lorca Sánchez, se volvió a recordar a la administración su falta de respuesta con un recurso de alzada a la Consejería.

Como soy perro viejo veo claro el final de esta historia. Miriam Guardiola Salmerón no va a responder. Está en campaña defendiendo a capa y espada el número 13, de las listas del Partido Popular, que la recolocará en la Asamblea Legislativa. Los Olvidadizos esperarán hasta saber a quién señala el dedo mágico del futuro presidente de la CARM. El que llegue se comerá el marrón, pero si responde negativamente tendrá que justificarlo técnicamente.

El artículo 1 del Decreto 24/1992, de 28 de febrero dice expresamente que “se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento el Monasterio de San Ginés de la Jara, sito en el término municipal de Cartagena, quedando comprendidas en la declaración las siguientes partes integrantes y pertenencias: la Iglesia, la torre, el claustro, las casas de labradores y hospedería, el huerto, las garitas, la alberca, la cerca o muro defensivo y las tres ermitas ubicadas en el Monte Miral”

Si Hansa Urbana ha pensado, esto también me lo invento, demoler las casas de labranza porque no le encajan en su proyecto arquitectónico va de orza. La ley impide demoler un BIC y esas humildes casitas forman parte del monumento desde 1992.

Otra opción, que tiene el que venga, es no responder, con lo cual se produciría la figura del doble silencio administrativo que, por arte de magia, convierte éste en positivo. Se instaría el mismo e igual ocurre como con la Catedral de Cartagena que parece tener ahora muchos novios.

De una forma u otra lo que está claro es que, si algo se avanza en Patrimonio Histórico es por la insistencia de alguno. Para defender lo que es nuestro necesitas invertir tiempo, trabajo, dinero, paciencia y memoria. Otros sólo necesitan siglas de partido político que lo coloquen en puestos de poder y así disfrutar de su deterioro a golpe de “competencia” Algún otro también espera agazapado cualquier avance para atribuirse el mérito, si es que sale bien y tirarte una pedrada si intentas salir en la foto. ¡Habrá que invertir en chichoneras!

Y no me voy a quedar con las ganas de animar a todos aquellos que lean el Diario de la Manga a que empujen en esta reivindicación. La Manga y el Rincón de San Ginés guardan secretos patrimoniales de un enorme potencial cultural. Atraigamos a nuestras costas un turismo de calidad y, sobre todo, presumamos de historia.

¡Salud y a por ello!