Salinera Catalana, arqueología industrial abandonada

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El edificio de Salinera Catalana en Marchamalo, obra del arquitecto modernista Lorenzo Ros, se encuentra completamente abandonado / JLDOMÍNGUEZ
Interior del almacén
Detalle de las estructuras de madera del techo.

Las antiguas edificaciones de Salinera Catalana configuran lo único que queda de la industria cabopalera anterior al fenómeno desarrollista asociado al turismo de los sesenta, basado en la explotación de las Salinas de Marchamalo.

Es, por lo tanto, arqueología industrial y como tal debería conservarse y protegerse.

Sin embargo, la situación es desastrosa. Las salinas se encuentran en un estado de abandono total donde solo ha entrado agua este verano, necesaria para la llegada de aves, en las últimas y torrenciales lluvias de este mes. Y las edificaciones asociadas a la explotación, como muestran las imágenes, están completamente abandonadas. Posiblemente esperando una recalificación de los terrenos para poner en marcha algún plan parcial urbanizador.

Detalle del viejo molino.
Detalle del viejo molino.

Pero no debería ser así. Estos edificios se merecen otro final después de tantos siglos al servicio del pueblo y de sus gentes. Se merecen un reconocimiento y un mantenimiento para que las nuevas generaciones de mangueros y cabopaleros tengan constancia de su pasado. En la actualidad tan solo parte del famoso Muro de la Sal, en el puerto de Cabo de Palos, se conserva como testimonio silencioso de una frenética actividad económica hoy totalmente desaparecida.

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Interior del almacén completamente abandonado.

Resulta curioso comparar la trayectoria de dos edificios aparentemente dispares: el antiguo Museo Naval de Cartagena (ahora convertido en un moderno campus universitario) y las oficinas de Salinera Catalana: ambas edificaciones son del mismo arquitecto modernista, Lorenzo Ros, las dos fueron construidas aproximadamente por la misma época y están bajo la responsabilidad de la misma Administración. Sin embargo, el primer edificio goza desde hace años de un reconocimiento BIC (Bien de Interés

Portada del proyecto original de Lorenzo Ros para Salinera Catalana. Año 1932.
Portada del proyecto original de Lorenzo Ros para Salinera Catalana. Año 1932.

Cultural) que obligó a conservar la fachada original durante su reconstrucción, mientras que el segundo edificio se pudre ante la dejadez de la misma Administración que debería velar por conservar este legado de Lorenzo Ros en la costa.

El antiguo Museo Naval, propiedad del Ministerio de Defensa, pasó a ser una concesión administrativa donde los nuevos responsables de la explotación del edificio se comprometieron, en contrapartida, a restaurar el viejo Museo. ¿Sería posible crear un modelo similar para Salinera Catalana que impida su desaparición antes de que sea demasiado tarde?

 

3 Comentarios

  1. Os felicito por este artículo, me encanta la arqueología industrial. El conjunto de: edificaciones, zonas de trabajo al aire libre, molino, balsas y accesos de las Salinas de Marchamalo son una pequeña joya que pasa desapercibida.

  2. Me gustan mucho todas estas iniciativas de recuperar edificios, es una zona que tuvo un pasado muy interesante y que está oculto tras la desastrosa explotación turística. Es importante poner en valor todas estas raíces que sin duda dotarían a la zona de una identidad de la que ahora carece.
    Al lado del Faro del Estacio, existe una aljibe árabe, que poco a poco se está destruyendo, sería muy importante conservarlo ¿nadie lo ve?, como digo es parte de la historia de La Manga por la que pasaron diferentes culturas dejando su huella. No sólo es sol, agua y buena temperatura (que lo es) fue también un enclave muy importante y habría que conservar lo que queda.