La Torre de Garcipérez, otro patrimonio cultural en ruina

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La torre de Garcipérez, patrimonio cultural protegido en absoluto estado de abandono.
La torre de Garcipérez, patrimonio cultural protegido en absoluto estado de abandono. / JLD

La abandonada torre de Garcipérez, situada en un promontorio frente al camping Caravanning y pegada a la autovía de La Manga, es otra de las construcciones catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC) en el área sur del Mar Menor en completo estado de abandono a pesar de figurar en el Catálogo de elementos protegidos del Ayuntamiento de Cartagena.

En él se puede leer que la torre estaba vinculada, de alguna forma, “con la radio-estación de Cabo de Palos y carecía de carácter defensivo”.

Su construcción, datada a finales del siglo XIX o principios del XX, presenta una combinación ecléctica sobre una base de tan solo dos metros cuadrados donde, según diversos autores, se combina el modernismo propio de la época con otros elementos arquitectónicos anteriores en tres cuerpos superpuestos de mampostería de los cuales se ha perdido completamente el superior.

Una de las curiosidades de la torre es precisamente su estructura hexagonal de ladrillo macizo que acompañaba al resto de la estructura, hoy totalmente desaparecida, “donde había varios cañones de salvas como elemento decorativo —explica en un artículo la asociación Ataleza, muy vinculada a la zona— que usaban para intercambiar saludos con el conde de Romanones, cuando visitaba la isla de El Barón en el Mar Menor, que era de su propiedad”.

Pese a que no hay datos concretos algunos historiadores sostienen que antes de la torre actual existió otra de estilo mozárabe y una capilla en sus inmediaciones.

En la actualidad, según la citada asociación, los terrenos y torre pertenecen a los herederos de Urbano Casanova quien compró la finca en 1973 a Enrique Roca de Togores y Fontes, familia de los Fontes, oriunda de Javalí Viejo. Precisamente un pariente, coronel de artillería de esta familia, es al que se le atribuye la construcción de la torre de Garcipérez.

Por aquél entonces existía en estos terrenos otras viviendas además de la torre: una caseta con porche,  y dos casas, una para los dueños con planta baja y piso y otra para el labrador que se encargaba de cuidar una enorme extensión de terreno que iba desde los montes de La Boquera hasta el mismísimo Mar Menor. Dada su extensión arrendó a tres personas las tierras para tenerlas en explotación: Jesús Romero (El Sabio), agricultor y experto en vinos y administrador de las fincas de Garcipérez; Juan de Carlos, el que se encargaba de sacar el agua para el riego de una noria movida por una molineta; y Ángel Huertas, que vivía allí mismo con sus cuatro hijos Sebastián, Luisa, Tomasa y Fulgencio.

Actualmente, y según una lista elaborada por la Asociación para la Defensa del Patrimonio Histórico (DAPHNE), la torre de Garcipérez se encuentra en riesgo de desaparición por “deterioro progresivo por abandono con el piso superior perdido, daños en sus paramentos y pérdida de ladrillos” a pesar de ser una construcción catalogada por Ley 4/2007 de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia.

La Lista Roja del Patrimonio  es una iniciativa de la Asociación Hispania Nostra, nacida en noviembre de 2007, con el fin dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro Patrimonio Histórico que se encuentra en abandono y en peligro.