David Nortes y Marina González, ganadores del concurso de Microrrelatos

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Cartel del Día del Libro en Los Belones.
Cartel del Día del Libro en Los Belones. / DLM

David Nortes Baeza en la categoría adulto con Perfecta imperfección y Marina González Martínez con Una simple sonrisa han sido los ganadores de la tercera edición del concurso de microrrelatos de Los Belones.

El fallo tuvo lugar el pasado 9 de abril por medio de un jurado vinculado a la enseñanza y fue hecho público en el tradicional baile de elección de la Reina. Los premios se entregarán el próximo 23 de abril con motivo del Día del Libro en la biblioteca de la localidad.

Además, los impulsores de la iniciativa han organizado más actividades relacionadas con este evento. El día 15 de abril habrá lecturas de cuentos, el día 22 talleres de ilustración sobre El Quijote, y concurso de cuentos y dibujos.

A continuación, los dos microrrelatos ganadores:

Categoría Adulto: Perfecta imperfección, por David Nortes.

Quizás no lo intentó todo; demasiadas promesas rotas, sueños que se habían tornado pesadillas; sentimientos vacíos y lágrimas que no se sentían. O quizás lo intentó de verdad, más de lo que debía; lo cumplió todo, convirtió lo malo en bueno, lo llenó de calidez y vida, de sonrisas sinceras.
O fue tremendamente imperfecto y se alejó al no tener nada por lo que quedarse, porque todo era malestar; o excesivamente perfecto, y se fue porque temía equivocarse, romper aquella complicidad, no estar a la altura de quien le ofrecía todo sin dudarlo.
Pero no importaba qué excusa se pusiese para sentirse peor.
Medusa se había hecho de piedra después del primer beso.

Categoría Juvenil: Una simple sonrisa, por Marina González.

Ocurrió una tarde en la que yo paseaba por las calles y en la que mi única compañía era mi sombra, iba caminando hasta que me encontré un parque, pensé que si me sentaba en un banco a los pocos minutos vendría alguien y charlaría conmigo, aunque solo fuese por compasión, pero justo entonces llego una chica y se sentó en uno de los columpios, creí que sería mi oportunidad de dejar de lado a la soledad y comenzar una nueva vida junto alguien. Me fui acercando poco a poco, estaba muy concentrada en su libro porque apenas un metro nos separaba y no había notado mi presencia, le toque el hombro y se giró rápidamente, creí que al verme se largaría, pero en vez de eso me dio una sonrisa y me pidió que me sentara con ella, en ese momento supe lo que era la felicidad “una simple sonrisa”.