Nos incluimos
en esa parte de la morada
que llamamos amor
y que todo lo propone
para estudiar y ensalzar
la pretensión ideal de dicha y sus ganas
de vivir.
Tenemos la suerte
de compartirnos en el mejor escenario,
mientras la Luna alimenta
el viento y el colorido
de un insuperable Campo de Cartagena,
que sabe a fuerza e historia
Nos formulamos ajustes
en el territorio de nuestros ancestros,
y con ellos nos metemos
en un nuevo universo de caricias.
El sentimiento en lugares flamencos como Lo Ferro
sabe mejor, mucho mejor,
con y por la excepcionalidad de lo sencillo.
Hemos hecho el catálogo
de sueños y anhelos que apuntan al mar,
como siempre, casi obsesivamente,
y ahora nos fundimos
en el futuro perfecto
desde un afán de ser.
Nos lo contaremos y cantaremos
antes y después de la cosecha.
Juan Tomás Frutos.