Asume este día prestado
y dale la presencia
que nos impele
a entender
que la mejor gracia,
la suprema,
es estar vivos
y demostrarnos que merece la pena
cada cosa que ocurre,
incluso las que no entendemos.
Asume esta jornada
no como la última,
mas como si fuera la primera
en belleza, innovación y amor.
La sorpresa,
cuando nos acompaña,
nos impulsa
a seguir por estelas descollantes.
Toma en cuenta todo
lo que te rodea,
y viaja a la velocidad de un relámpago.
Todo podrá ser.
Hay luz, hay mar, hay sabor salado,
hay aves floridas
y mucho amor de tus paisanos.
Demos un paseo
y pesquemos deseos
en este mar en calma,
el tuyo, el mío.
Pongamos que estoy
entre Cartagena y San Javier.
Juan Tomás Frutos.