Eres mi homenaje.
Te has convertido
en ese punto
que es afición y amor.
Mides: puedes.
Nos conocemos
de una manera especial.
Eres mi tierra,
mi madre,
mi solución,
mi principio y final
con un toque maestro,
que me lleva
por las sendas pacíficas
que presentan
soluciones y dedicaciones
sorprendentes, únicas,
con fortunas infinitas.
Estoy hecho de ti.
Me renuevas
con facilidad, con inspiración,
con orgullo y paciencia.
Nos miramos
y me curas
como la mejor medicina.
Queremos
con formas dispares.
Estamos en la voluntad
de una comprensión silente
que nos permite predicar
en un turno de reflexión
que nos propone
la felicidad equilibrada
como principal baluarte.
Eres iniciativa y proyecto.
Haces de mí lo mejor,
y lo mejor, como reseño,
es que soy en ti.
Juan Tomás Frutos.
