27 de noviembre…

0
Vista aérea de Cabo de Palos. / DLM

…de 1965:

“Uno de los accidentes costeros murcianos, de primer orden, incluso peninsular, es el Cabo de Palos. No le ocurre lo que a otros salientes de algunos lugares de España, que pese a lo afamado de su nombre, nos defraudaron al contemplarlos por vez primera, debido a una sensación de ‘falta de presencia física’, en razón de la imagen que de ellos nos habíamos forjado; al no responder a ese concepto rotundo, de entrante de tierra en el mar, de la geografía elemental, que nos inculcaron en nuestros primeros contactos escolares. Pues sí, el cabo de Palos no es un cabo cualquiera; es un cabo de una vez, tal y como de pequeños lo hubiéramos imaginado en las definiciones primarias.

Fue descrito por Gerónimo Hurtado, autor del siglo XVI, del siguiente modo: ‘…poco adelante está cabo de Palos, que es una punta de tierra que sale a la mar donde se alla por espiriencia, que vienen a parar nauios al través y partes dellos y caxas y otras cosas que por las tormentas se echan a la mar desde más de III lenguas al lebante…’

En las proximidades se sacan frecuentemente ánforas romanas, así como restos de pretéritos naufragios, e incluso alguna vez se ha extraído hasta algún antiguo ingenio de artillería. El mayor naufragio más reciente, que aún muchas personas recuerda, fue el sufrido por el ‘Sirio’, buque de nacionalidad italiana, en la noche del 4 al 5 de agosto de 1906, al chocar con el farallón de la Hormiga, arrogando el oleaje muchos cadáveres y restos de la nave sobre las playas adyacentes.

El cabo de Palos es el extremo oriental de la costa murciana, a partir del cual se inicia el tercer óvalo mediterráneo que termina en cabo de Gata. Viene a ser la marca frontera y divisoria entre el Levante y el Sur, donde se inicia, exactamente, el arco litoral sureste español. Su prolongación roquera submarina da lugar a los islotes de la Hormiga y del Hormigón, a los que más propiamente hay que calificar de arrecifes.

Fresco en verano- Desde su arranque en tierra adentro, se introduce a modo de península, decididamente en el mar, precisamente en unos lugares en los que penetró la cultura mediterránea en España, y ‘cuyos peces –en frase de César González Ruano- hablan en el latín y el griego de los dioses’.

El poblado de cabo de Palos pertenece al Municipio de Cartagena, de la que dista 30 km. por carretera, y es un lugar muy indicado, por la profundidad y claridad de sus aguas, para la pesca deportiva, sea ésta o no submarina. Debido a su privilegiada situación, como de cubierta de un trasatlántico en alta mar, recibe el soplo refrescante de la brisa marina procedente del Este, que es el viento allí dominante. Por ello, es prácticamente el único lugar de la costa murciana no castigado por los rigores caniculares. Como contrapartida, los temporales de invierno de Levante son temibles, pues el oleaje pega duro y fuerte en su basamento rocoso.

Se colonia veraniega es muy numerosa, distinguida y animada, que se siente atraída tanto por los buenos alojamientos disponibles, como por la grata temperatura reinante y sus magníficas playas: la de Levante y la de Las Calas, y por las de Salinas y Playa Honda, éstas en el Mar Menor; donde al amparo pétreo de cabo de Palos, se inicia la Manga arenosa de dicho mar.

Estación radiotelegráfica y faro- Hay situada en este lugar una importante estación radiotelegráfica costera, de servicio permanente y de un gran movimiento de radiomensajes en su haber, con una potencia de 500 watios.

Al faro de cabo de Palos, que el año próximo cumplirá un siglo de vida, se sube por una escala de caracol de 267 peldaños, que hay en su interior cilíndrico, hasta una altura de 80,34 metros sobre el nivel del mar (el cono de la torre tiene 50,3 metros, medidos desde el suelo, pues el cerro sobre el que está edificado el faro tiene 31 metros de elevación s.n.m.), donde luce su foco de 1.500 vatios, con alcance de 15 millas y destello de 36. Su situación geográfica es de 37’’, 37’ y 54’’ de latitud Norte y 3’’, 2’ de longitud Este del meridiano de Madrid.

También radican en cabo de Palos las residencias veraniegas de primeras autoridades de la provincia, como la del Almirante, capitán general del Departamento marítimo y la del Gobernador civil. Y haciendo referencia de las salinas próximas a esta protuberancia rocosa, que hoy consideramos, se completa el breve cuadro descriptivo de la misma.”


Esta y otras efemérides están recogidas en el libro De Cabo de Palos a La Manga del Mar Menor. Del siglo XV al XX, de José Luis Domínguez.
¿Quieres ver el resto de efemérides que tenemos publicadas? Échale un vistazo a la sección efemérides de Diario de La Manga, todos los días una efeméride nueva.