La Comunidad implanta el Sistema Regional de Vigilancia del Mosquito Tigre en toda la costa

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El consejero de Salud visitó ayer las instalaciones desde se está haciendo el seguimiento del mosquito tigre / CARM

El Sistema Regional de Vigilancia del Mosquito Tigre, desarrollada por la Consejería de Salud, está ya implantado en todos los municipios de la Región para recabar los datos que aporten los ayuntamientos sobre este insecto, que puede ser vector en la transmisión de enfermedades.

La red coordina a todos los ayuntamientos para el desarrollo de actuaciones comunes «al poder disponer -añade la Comonidad- con esta herramienta informática de datos homogéneos de vigilancia del territorio regional».

La instalación de las trampas ha permitido conocer que el mosquito tigre está presente en 24 municipios, mientras que otros 20 están libres de este insecto.

La Comunidad tiene detectada la presencia del mosquito tigre en toda la Región salvo en los municipios del Noroeste (Caravaca de la Cruz, Cehegín, Moratalla, Bullas, Calasparra, Mula, Pliego y Campos del Río), el Altiplano (Jumilla y Yecla), la Vega Alta del Segura (Cieza, Abarán, Blanca, Ulea, Villanueva del Río Segura, Ceutí), Fortuna, Abanilla, Fuente Álamo y Puerto Lumbreras.

Afecta, por lo tanto, a toda la costa de la Región, desde Águilas hasta San Pedro del Pinatar incluidos los municipios costeros del Mar Menor, como el de San Javier donde el mes pasado el propio Ayuntamiento anunció la puesta en marcha de trampas para estos mosquitos en La Manga del Mar Menor.

Los datos sobre presencia de este insecto se reciben a través de una plataforma en el laboratorio de vectores, ubicado en los laboratorios del Servicio de Microbiología y Parasitología del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca.

El consejero de Salud, Manuel Villegas, visitó ayer este laboratorio, donde destacó que “la mejor medida para la prevención es el control de las poblaciones del vector”, y añadió que “la vigilancia de estas poblaciones es fundamental para poder aplicar unas medidas de control eficaces”.

Esta experiencia piloto permite obtener datos de la distribución y estacionalidad del mosquito tigre, así como la detección de otros invasores relacionados. El programa se basa en una plataforma informática que integra un sistema de información geográfica, una aplicación móvil y el laboratorio de vectores.

En el laboratorio se realizan los análisis de las trampas de ovoposición, suministradas por la Consejería de Salud y colocadas por los ayuntamientos para recoger los huevos del insecto. También se capturan mosquitos adultos para analizar sus virus y compararlos con los de personas con alguna de estas enfermedades diagnosticadas en la Unidad Regional de Medicina Tropical y el Laboratorio de Microbiología y Parasitología de la Arrixaca, de modo que permita confirmar el nexo epidemiológico.

La puesta en funcionamiento de este sistema regional, coordinado por el responsable del Programa de Vectores de Enfermedades Humanas del Servicio de Sanidad Ambiental, el doctor Pedro Sánchez, forma parte de los proyectos seleccionados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente sobre adaptación al cambio climático.

Para su puesta en marcha, el laboratorio de vectores ha contado con dos técnicos superiores en salud ambiental y la colaboración de microbiólogos clínicos y especialistas de infecciosas del hospital.

Recomendaciones

El mosquito tigre surge de las larvas que viven en pequeños acúmulos de agua que permanece estancada al menos una semana. Además de causar molestas picaduras, este insecto es capaz de transmitir enfermedades como el zika, el dengue, o el chikungunya.

Estos insectos suelen picar principalmente al atardecer y amanecer. Para evitar su presencia, se recomienda vaciar cada semana los recipientes que acumulen agua o tapar herméticamente los que no se puedan vaciar, poner boca abajo los recipientes que puedan acumular agua de lluvia, evitar acumulaciones de agua en sumideros y canaletas y aplicar lejía o agua muy caliente para desinfectarlos todas las semanas, así como mantener las piscinas y balsas limpias y correctamente cloradas.

Es aconsejable, además, instalar mosquiteras en ventanas y puertas y usar repelentes específicos para la piel. En el caso de picadura, hay que lavarla y aplicar un desinfectante, y si persisten las molestias, acudir a un médico.