Hoteles históricos de La Manga: el Cavanna, inaugurado el 29 de abril de 1973

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Imagen aérea del hotel Cavanna / JLD

Un domingo 29 de abril de 1973 quedaba inaugurado el tercer hotel en La Manga: el Hotel Luz Cavanna, con una capacidad inicial de setecientas sesenta y ocho plazas y cuatrocientas veintisiete habitaciones.

El por aquel entonces ministro de Información y Turismo, Alfredo Sánchez Bella, en compañía del de Relaciones Sindicales y Comercio, Enrique Fontana Codina y Enrique García-Rama, asistió a la inauguración del nuevo hotel a la vez que aprovechaba la visita para inaugurar también, oficialmente, la duplicación en la capacidad hotelera del hotel Entremares.

El Estado había invertido, en ambas construcciones, más de doscientos millones de pesetas. Según el propio Tomás Maestre:

“Todo esto que se está haciendo representa el interés de la empresa pública y del Gobierno en pro de La Manga y, en definitiva, de todo este litoral murciano.”

Mientras Sánchez Bella afirmó en su discurso inaugural:

“La promoción de este gran lago es importantísima, francamente decisiva. España se ha vanagloriado siempre del Mar Menor, pero precisaba de empresarios, de promotores que pusieran en marcha, que explotaran las posibilidades que ofrecía.

Primitivo plano con el boceto inicial de las instalaciones del hotel Cavanna. Ni siquiera aparece la piscina. Posteriormente se diseñó en un área de 1.200m2. / JLD
Primitivo plano con el boceto inicial de las instalaciones del hotel Cavanna. Ni siquiera aparece la piscina. Posteriormente se diseñó en un área de 1.200 metros cuadrados. / JLD

Más de mil millones se han invertido aquí cuando sólo existían las infraestructuras, el Gobierno se ha volcado por completo y, en fin, esto marcha con paso firme y, lo que es más importante, con unas perspectivas de futuro realmente halagüeñas.”

El citado hotel debía su nombre a la mujer de Tomás Maestre, Magdalena Cavanna, de quien afirmó en su discurso que así lo había decidido porque… “…así se llama mi mejor colaboradora, amiga y mujer”.

El hotel, siguiendo con la política de cesión a la iniciativa privada que el Estado acordó una vez se construían las infraestructuras, fue arrendado a la cadena de hoteles Interhotel S.A. hasta que se vendió dos años más tarde.