Octubre de 1967: Primeros datos de ventas de apartamentos en La Manga

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Díptico donde aparecen las primeras construcciones realizadas en la plaza Bohemia de La Manga.
Díptico donde aparecen las primeras construcciones realizadas en la plaza Bohemia de La Manga. / DLM

El emblemático edificio Navarra, construido por la Urbanizadora Hispano-Belga en sus terrenos de la Plaza Bohemia en La Manga del Mar Menor, finaliza su primera temporada estival completamente operativo en 1967 y encarga un informe interno y confidencial para conocer el grado de satisfacción de propietarios e inquilinos con las instalaciones.

Entre los aspectos negativos destaca la ausencia de sombras en los aparcamientos al aire libre (piden colocar brezo), la presencia de tan solo dos ascensores para veinte plantas, la mala calidad de los cerramientos de carpintería exteriores teniendo en cuenta los fuertes vientos que sufre el edificio, el que los armarios no estén recubiertos (en apartamentos que costaban más de un millón de las antiguas pesetas) y la preocupación por el mantenimiento de los jardines en invierno.

En cuanto a lo positivo destaca las impresionantes vistas desde las terrazas, la construcción de la futura piscina para uso exclusivo de propietarios e inquilinos, la suntuosa entrada de mármol del edificio y la equipación completa de la cocina “…tanto la orientación de las cocinas como los muebles instalados en ellas concuerdan con los gustos personales de cada uno y hay más de una sorpresa agradable al decírseles que en el precio también va incluido el frigorífico”

A pesar de la potente campaña mediática llevada a cabo para vender las nuevas construcciones la realidad es que en otro informe confidencial de Urbanizadora Hispano-Belga, fechado el 10 de octubre de este año, se reconoce que las operaciones “pasan por un momento difícil en lo que a ventas se refieren”.

Concretamente, señala el documento, tan solo se han vendido el 38,4% de las parcelas unifamiliares (el 20,2% en terrenos que dan al Mediterráneo y el 18,1% al Mar Menor) mientras que de parcelas de edificación colectiva tan solo logró venderse el 30% “…ya que el resto, las que dan la Club Náutico, aparte de que el mar allí no tiene suficiente profundidad, en días de viento Lebeche el olor es desagradable y el turismo nacional huye de las orientaciones hacia Poniente ya que normalmente pasa sus vacaciones durante los meses estivales.”

En relación a las casas del Mar Menor el informe revela que el único enclave con ventas elevadas es la Cala del Pino. Por su parte, las urbanizaciones que se están construyendo en la costa Mediterránea adolecía de tres grandes problemas difíciles de resolver: el fuerte viento, las algas y el alquitrán.

“Viento fresco pero de fuerza arrolladora que no se atemoriza ante un gran inmueble. La arena se levanta, penetra el polvo en las casas y uno se desespera al comprobar que la vivienda construida hacía un año muestra ya graves desperfectos.

Algas –continua- que se amontonan en las orillas y en la arena: negras, malolientes, destructoras de todo encanto del litoral.”

Todos estos artículos están basados en información recopilada en el libro “De Cabo de Palos a La Manga del Mar Menor. Del siglo XV al XX” (Edlibrix, 2016 -segunda edición-).