Las fiestas veraniegas en Cabo de Palos durante el segundo decenio del siglo XX (y II)

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Detalle de unas de las casetas que las familias colocaban en la playa de Levante en verano / DLM

También podemos continuar aportando información de las fiestas de Cabo de Palos de 1927 y 1928 con interesantes datos de las personas que la hacían posible:

“En casa de los distinguidos señores de Quilez ha tenido lugar una brillante fiesta, cuyo objeto era despedir a don Luís Solé y su esposa doña Dolores Anastasio, quienes marchan dejando por sus simpatías y bondades, un hueco muy difícil de llenar.

Amenizó esta velada un profesor ilustre veraneante en Cabo de Palos, don Manuel Massoti, catedrático del Conservatorio de Murcia y compositor muy inspirado. Entre otras bellas canciones fueron interpretadas, El Oro, Flores de España y Claveles Rojos, luciendo los deliciosos encantos de sus voces de timbre admirable y modulación perfecta, la encantadora señorita Fela Guimerá, y la distinguida señora, doña Lola Anastasio de Solé.

Los dueños de la casa doña Ángeles Moreno y don José María Quilez obsequiaron espléndida y delicadamente a la distinguida concurrencia a la que prestaron sus encantos las bellísimas señoritas María, Pura y Lola Ros, May Carrick, Mercedes y Teresa Colominas, Fela Guimera, Norberta Martínez, Lola Solé, Solita y Marita Moreno, Gertrudis Viñas, Conchita y Julia Quilez, Trinidad Meroño, Margarita Harrison, Carmen Nieto y la preciosa niña Memé Rodríguez; señoras de Guimerá, de Solé (don Juan), Solé (don Luís), García-Parreño, López (don José María), López (don Manuel), Moreno, Harrison, Lluch, Massoti y viuda de Solé”.

El verano finaliza con otro elogio a la colonia de veraneantes afincados allí que organizaron el último sarao del año…

“En esta encantadora playa, obra de la gran naturaleza, y ayuda su hermosura con las innumerables edificaciones hechas hasta el día, resurge una colonia veraniega compuesta de cartageneros y unionenses, eminentemente cultos, serios, pero de buen humor, que procuran por todos los medios, después de sus trabajos profesionales, pasar la velada disfrutando el ambiente de la playa, de esa brisa tan deseada y tan soñada en el invierno aunándola con la música o con el bel canto.

Se bailó cuanto pudo, predominando las marchas, fox-trok y charlestón, escuchando también diferentes números de la zarzuela ‘Los Gavilanes’, acompañada con la orquesta y cantadas por los hermanos Moreno.

Como final de fiesta hicieron su presentación, como adivinadores del pensamiento por auto sugestión, el señor Moreno (don José) y Mr. Pascualini, los que nos hicieron pasar un rato agradabilísimo con sus estrambóticas adivinaciones, que duraron hasta la una y media de la madrugada.”

Y finalizamos este extenso recordatorio de las verbenas en Cabo de Palos durante las dos primeras décadas del siglo XX reproduciendo un artículo publicado el 22 de agosto de 1928 titulado “Una verbena en Cabo de Palos”. Resulta curioso destacar la aparición de las “bombillas eléctricas” como novedad festiva:

“La primera verbena de este estío en la deliciosa playa de Cabo de Palos, ha lucido sus galas recientemente, con esplendor imborrable. Ha constituido una nota destacadísima, como preludio insuperable a las fiestas que han de tener sucesión en los próximos días con el escenario maravilloso de esta sugestiva costa levantina. A los señores de Quiles, López, Solé y Alcantud, debemos la magnificencia de ensayo tan logrado.

Bombillas eléctricas, esmeriladas en color, y vestidas con flores, desperdigadas con arte en brillantes racimos, por entre un bosque frondoso de flecos y espejitos de metal dibujaban en el cielo de la verbena una exótica constelación, donde los caprichos más sugerentes ponían el matiz de más novedad y buen gusto.

Música, baile, júbilo, belleza, juventud… todo y hasta altas horas de la madrugada, se derrochó en la verbena, junto a la playa de Levante, ante inmenso gentío. Un éxito clamoroso, en fin.

El señor Gobernador civil de la provincia don César Mora, presidente de un jurado prestigioso, adjudicó los premios anunciados en el programa y el público, entusiasmado, aplaudió unánimemente la justicia del reparto.

El premio de belleza lo obtuvo la gentilísima Conchita Quiles, deliciosa mujercica, admirable, muy joven, muy guapa y encantadoramente atrayente.

El de los mantones de Manila se adjudicó a las señoritas Navarro y Conchita Quiles.

El del más sugestivo peinado a la señorita May Carrick.

El de trajes, a las señoritas Elena Navarro, Josefina Mora y Julia Quiles.

El premio de baile, fue para Carmelita Brunton.

Entre las lindísimas señoritas que realzaron la fiesta con la contribución de su presencia, recordamos las siguientes:

Conchita y Julia, María, Pura y Lola Ros, Margarita Harrison, Josefina Mora, Fuensanta y Luisita Navarro, May Carrick, Lola Ayuso y Carmela Brunton.

Teresa Delmás, Maruja y Elena Navarro, Irene y Tere Malcom, Antoñita Espín, Librada Cantó, Consuelito Escámez, Catalina y Rosa Campillo, Trini Meroño, Memé Rodríguez, Carmen y María Luisa González Teulón y Angelita Sánchez.

Carlota, María, Aurora y Pilar López Benítez, Josefina Cánovas, Angelina, Pepita, Cari, Anita y Maruja Martínez, Presentación Pujante, Eloisa Martínez, Manolita Ferrer y Ascensión Gómez.”

Todos estos artículos están basados en información recopilada en el libro “De Cabo de Palos a La Manga del Mar Menor. Del siglo XV al XX” (Edlibrix, 2016 -segunda edición-).