Año 1973: Eurovosa lanza una potente campaña para vender sus apartamentos en La Manga

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La aparición de constructoras independientes, con fuertes inversiones en apartamentos y voluntad de amplios márgenes de beneficios inmediatos, supuso un punto de inflexión y de ruptura con el modelo de urbanismo armónico propuesto por Bonet en sus planos originales. / DLM

Una fuerte campaña de publicidad lanzada por Europea de Inversiones S.A. (Eurovosa) para la captación de inversores interesados en comprar los casi cinco mil apartamentos previstos en La Manga del Mar Menor provoca la aparición en la prensa nacional de impresionantes publirreportajes dando a conocer la situación en la que se encontraba la costa levantina en ese momento.

La confusión entre publicidad y noticia llegó a unos límites difíciles de justificar (como el titular de la noticia aparecida en La Vanguardia el 21 de marzo de ese año: “Eurovosa contra el caos turístico”) donde la empresa constructora se erigía, poco menos, que en el garante de la armonía urbanística en La Manga.

Según el texto que acompaña al titular “La Manga del Mar Menor es la demostración palpable –frente a tantas demostraciones de lo contrario- de que es posible desarrollar una zona turística de forma lógica, racional, y, en definitiva, habitable».

«Para Eurovosa no se trata solamente de hacer rentable el turismo ahora mismo. Ni de hacer negocios hasta pasado mañana. Se trata de hacer un turismo que siga siendo rentable en el año 2000. Nadie desea pasar sus vacaciones en lugares masificados y exasperantes.”

El 23 de marzo la constructora declaraba su objetivo en un nuevo publirreportaje a todo color convenientemente financiado: canalizar hacia la actividad turística las inversiones particulares a quienes volvía a garantizarles beneficios anuales del doce por ciento.

Para ello La Manga era un lugar “ya hecho” dotado de todos los servicios necesarios. “El ritmo de crecimiento turístico de La Manga es uno de los más elevados entre todas las zonas costeras de nuestro país. Es un ritmo continuo, siempre creciente –asentado sobre bases firmes y realistas.”

«La Manga tiene hoy –continua el artículo- un puerto deportivo para pequeñas embarcaciones; tiene club de tiro de pichón, caballos, mini-golf, club de golf, clubs de embarcaciones a vela y a motor, innumerables paso de pesca deportiva, competiciones de pesca submarina… Los amantes de la tradición pueden encontrar bodegas, rincones de pescadores, tabernas; los amantes de la modernidad ‘boites’ y discotecas innumerables. Y todos, tablaos flamencos, cines –incluso al aire libre- y mil distracciones más en los diversos clubs sociales magníficamente instalados en La Manga.”

Como ya vimos en otro artículo de Historia «Eurovosa, un proyecto urbanístico especulador para La Manga del Mar Menor (1972-1974)» de poco le sirvió a la empresa esta potente campaña publicitaria.

Información extraída del libro “De Cabo de Palos a La Manga del Mar Menor. Del siglo XV al XX” 2ª Edición (Edlibrix, 2016).