Club Costa Cálida, el poderoso lobbie de la construcción que “gobernó” La Manga a finales de los ochenta (y III)

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El Club no superó el año de vida tras la victoria en los Tribunales y cuando ya habían cumplido los objetivos de su creación / DLM

De nada sirvió tan completo informe para tratar de convencer a los empresarios de la construcción de la necesidad de continuar con el Club.

El Club Costa Cálida había logrado vencer en los Tribunales la paralización de las veinticinco obras que el gabinete de Carlos Collado había decretado y no encontraron motivo para continuar con el enorme gasto que suponía su funcionamiento.

Sin embargo, Javier Gea se resistía. En un extenso informe expone a los miembros del Club los efectos negativos que acarrearía su disolución acusando directamente a los promotores de su desaparición:

Los promotores en general serían responsables de esta desaparición dado que matarían al ‘producto’ que han creado para defender sus propios intereses junto con todos los de La Manga en general y lo matarían por no ser solidarios en liquidar el coste de la creación y mantenimiento de este ‘producto’ que les ha beneficiado a muchos niveles. No se entendería que el Club desapareciera por este motivo, máxime cuando estamos en la época más brillante de promoción, ventas y alquileres de toda la Historia de La Manga.

Nos quejamos de que la Administración no reinvierte una mínima parte de lo que obtiene en La Manga, en la propia Manga y nosotros caeríamos en el mismo error, pero más grave, porque habríamos disuelto un ente corporativo que es tan singular como original y efectivo, el Club Costa Cálida La Manga.

Todos cuantos artículos e informes hemos dado a conocer a la opinión pública perderían fuera y toda credibilidad pues se revelaría como fatua y como cortina de humo. Nuestro castillo se desmoronaría y daríamos la razón a los que siempre han pensado que nuestros pies eran de barro y ello nos incapacitaría para posibles acciones futuras a nivel corporativo.

¿Qué imagen podemos dar al mercado inmobiliario si nosotros mismos somos capaces de destruir por motivos económicos nuestras propias asociaciones? Los medios de comunicación tendrían carnaza para vapulearnos a diestro y siniestro durante una larga temporada y volverían a resurgir viejos fantasmas como…
…licencias en suspenso
…masificación de construcciones
…defectos en infraestructuras
…los promotores, depredadores del medioambiente
…los promotores solo persiguen móviles materiales y económicos
…invasión de playas
…transgresión de normas urbanísticas, etc.

La actual campaña ha sido liderada por un pequeño grupo que ha sacrificado tiempo, e incluso recursos propios… …y no parece justo ni moralmente humano dejarlos en la estacada y con problemas difícilmente superables.

Los medios de comunicación –continúa más adelante- se encargarían de dar a conocer el evento de la desaparición de un club de élite… porque sus propios miembros de élite no liquidan sus propios gastos.

El éxito de la campaña ha sido reconocido de forma contundente por el propio presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, don Carlos Collado, el cual en la última audiencia que nos concedió en el Hotel Galúa reconoció que durante sus vacaciones estivales en Mallorca oyó hablar mucho y bien de La Manga y felicitó a los promotores de esta campaña.

Como muestra [del éxito] valga simplemente citar que el pasado 31/8/88 en el programa de máxima audiencia de TV en verano ‘Por la mañana’ de Jesús Hermida, Arlequín cantó la canción ‘La Manga está de moda’ durante minuto y medio ¿cuánto hubiera costa esto en TV a nivel de anuncio?”

Pero los pocos empresarios que soportaron el coste del ambicioso proyecto claudicaron ante la desidia del resto de empresas y la negativa de los primeros a mantener una idea que perdió su sentido una vez lograron vencer a Carlos Collado.

El objetivo se había cumplido: podían seguir construyendo.

Club Costa Cálida, el poderoso lobbie de la construcción que “gobernó” La Manga a finales de los ochenta (I)