Un inestimable documento fechado el 10 de septiembre de 1981 nos permite cuantificar el precio que estableció Tomás Maestre para la venta de los primeros terrenos ganados al mar en la bahía de El Vivero una vez quedó colmatada.
Según una carta, dirigida a José María Urrea desde Madrid, Tomás Maestre dio instrucciones telefónicas a su hermana María Dolores para que pusiera en venta los terrenos a 1.000 pesetas el metro cuadrado teniendo en cuenta que su calificación, a principios de los ochenta, era para “uso deportivo”, con una inscripción del 10% y edificabilidad del 0,25% m3/m2.
Estos primeros terrenos eran los inmediatos a la zona portuaria de Puertobello en Marchamalo y procedentes de la ordenación de El Vivero tras su colmatación.
“La superficie –señala Urrea– que figura en el plano (6.958 m2) es provisional y, además, hay que tener en cuenta que en esta zona ganada al mar mediante concesión, la zona de servidumbre de vigilancia litoral es de uso público y no de nuestra propiedad como el resto de La Manga, no pudiéndose por tanto venderse por nosotros”.
Concretamente habla de una zona de servidumbre de seis metros contados desde el mar hacia el interior “pero me indica don Tomás –continúa el escrito– que para mejor cubrirnos si se llega a una definitiva venta alargaríamos esta zona pública a ocho metros, en vez de seis metros”.
