De cuando Tomás Maestre puso en venta los hoteles Cavanna, Doblemar y Lagoymar de La Manga

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Postal circulada del Hotel Cavanna / DLM

Sobre el Hotel Cavanna

En noviembre de 1975 Tomás Maestre puso en venta el Hotel Cavanna “completamente amueblado y equipado” por 425.000.000 pesetas “incluyéndose en esta cifra el grupo de viviendas anejas al Hotel para uso de vivienda del personal, pudiéndose convenir el aplazamiento parcial de esta cantidad si se llegara a un acuerdo respecto a la garantía e intereses”.

En el documento donde se redacta la oferta (“Información sobre el Hotel Cavanna sito en el Centro de Interés Turístico Hacienda de La Manga de Cartagena«) se especifica que el Hotel “se beneficia de un préstamo concedido por el Banco Hipotecario de España por mediación del Ministerio Español de Información y Turismo y que asciende a la cantidad de 143.571.000 pts.”.

El Hotel Cavanna, cuyo nombre se debe a la por aquél entonces mujer del promotor Magdalena Cavanna, se construyó sobre una parcela de 30.764m2

Por sus dimensiones y la calidad de la construcción y equipo –matiza- ha sido clasificado por el Ministerio de Información y Turismo en la categoría de cuatro estrellas”.

Consta de 407 habitaciones, 361 dobles y 46 sencillas (768 plazas); en un bloque principal de 14 plantas y un bloque lateral de 10 plantas iguales, además de la planta semisótano y la planta baja”.

Maestre, tras una amplia descripción de las plantas y habitaciones finaliza el documento de venta destacando la presencia de “extensa playa privada, con embarcadero propio, piscina, aparcamientos, pistas de tenis, aire acondicionado y instalación de agua caliente, centro de transformación de alta tensión en baja y dos bares”.

Sobre los hoteles Doblemar y Lagoymar

En la misma fecha también elaboró un documento para la venta de ambos hoteles fijando en 350.000.000 pts., el primero, con un costo pendiente para la terminación del Hotel de 40.000.000 pts y una estimación del costo de las mejoras necesarias para conseguir la categoría de cuatro estrellas en 30.000.000 pts.

En cuanto al segundo lo puso en venta por 322.000.000 pts. con un costo pendiente de terminación de 68.000.000 pts. y otros 30.000.000 millones para invertir en los aspectos necesarios para que fuera cuatro estrellas.

Cada hotel –señala el documento- se beneficiará de un préstamo concedido por el Banco hipotecario de España, por mediación del Ministerio Español de Información y Turismo de 105.080.000 pts.”.

Maestre aclara que ninguno de los dos estaba aún acabado pero que el Doblemar podía acabarse en un plazo de tres meses y el Lagoymar en cinco.

El promotor, en el documento de venta (“Información sobre los hoteles Doblemar y Lagoymar sitos en el Centro de Interés Turístico Hacienda de La Manga de San Javier”) señala que se tratan de dos hoteles gemelos “de categoría tres estrellas situados en el Polígono U del CIT Hacienda La Manga de San Javier sobre una parcela de 20.600m2 para cada uno de ellos”.

Ambos hoteles constan de “510 habitaciones (969 plazas) en diez plantas iguales, además de la planta semisótano y la planta baja”.

La planta semisótano, de 3.170,75m2, se encontraba el vestíbulo, recepción, conserjería, cocina, comedor y salones. Y, en la planta baja de 5.220m2 estaban “todos los servicios y almacenes, cocina y comedor de empleados, bar de piscina y pistas de tenis, salón de conferencias, oficinas, economato, cámaras frigoríficas, peluquerías, placares y lavandería”.

Como en el Hotel Cavanna también se incluía en el paquete hotelero “extensas playas privadas con embarcadero propio, pistas de tenis, piscinas, aparcamientos, zona de juego y para la práctica del buceo, aire acondicionado central”, entre otras cosas.

El primer intento de venta

Con la oferta sobre la mesa en diciembre de 1975 se mantuvo una intensa actividad epistolar con el empresario gaditano Eloy Porres de Miguel, con quien mantuvieron una primera entrevista en sus oficinas el 26 de noviembre al mostrar interés en adquirir los tres hoteles.

Sin embargo, Porres de Miguel pidió dos meses para realizar “un estudio completo de la inversión” ante lo cual Tomás Maestre le exigió dos posibles contraprestaciones ante “la inmovilización comercial voluntaria de unos bienes sin obtener ningún rendimiento”.

El promotor le propuso la entrega del 1% del valor estimado del conjunto de la operación en concepto de pago anticipado dejando claro que “en el caso de que ustedes desistan de la compra haríamos nuestra dicha cantidad”.

O bien que ingresaran en un banco “un depósito equivalente al 5% del valor estimado del conjunto de la operación que solo podrán retirar al finalizar el periodo de opción”

Mientras tanto el encargado de tan importante operación, Enrique Doval, recababa información sobre la solvencia económica del empresario gaditano. En una nota interna de la oficina de Maestre Aznar, fechada el 15 de noviembre de 1975, José María Urrea señala que “los primeros informes bancarios que recibimos de don Eloy Porres Miguel son buenos: Gestoría y agencia de la propiedad inmobiliaria. Es componente de varias firmas. Solvencia global 35.000.000 pts. Buen concepto y cumple sus pagos”.

Pero el 9 de diciembre una carta de Enrique Doval cuestiona que la operación vaya a llevarse a buen puerto dado que el empresario se mantuvo firme en la propuesta “sin ningún pago a cambio” lo cual fue considerado por Maestre como “inaceptable”.

En cualquier caso “por si el asunto va adelante (cosa que dudo)” Doval pidió información sobre la solvencia económica de los dos principales socios de Eloy Porres: Manuel López Hombrados y Juan Ucha.

Como veremos en otro artículo la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el empresario gaditano puso en marcha otros planes para los tres hoteles.

Extraído del libro «La Manga del Mar Menor. Principales proyectos y estructura societaria» de José Luis Domínguez (Edlibrix, 2018)

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