«Llueve un poco y se nos llenan las calles de barro, y el Mar Menor de mierda»

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El paseo marítimo de Mar de Cristal, anegado por el agua el lunes por la mañana.
El paseo marítimo de Mar de Cristal, anegado por el agua el lunes por la mañana.

“Tenemos más de lo mismo, los campos están empapados y cada vez que llueve se nos llenan las calles de barro y el Mar Menor de mierda”, así muestra el presidente de aa Asociación de Vecinos de Mar de Cristal, Ángel Monedero, el sentir de los vecinos de un pueblo ya cansado de vivir con miedo cada vez que comienzan las precipitaciones. La situación ya es casi insostenible y no pueden más. Los vecinos y comerciantes de Mar de Cristal han vuelto a sufrir una nueva inundación que ha anegado sus locales, viviendas y calles de nuevo y se trata de la quinta vez que sucede en poco más de un mes, una situación que también provocó desperfectos y problemas en Los Nietos y dificultó la circulación en las carreteras que rodean al litoral del Mar Menor.

La peor parte se la llevaron de nuevo Mar de Cristal y Los Nietos donde los vecinos no pudieron dormir en casi toda la noche asustados por la fuerza del agua. Los campos de cultivo a los que acusan de provocar estas inundaciones estaban ya mojados de las lluvias de las últimas semanas y no absorbieron mucha agua, y en pocos minutos las calles de las localidades costeras volvieron a llenarse de agua, lodo y materiales procedentes de los campos agrícolas. Por la mañana, justo con el amanecer la imagen era dantesca. Las aceras habían desaparecido, las calles estaban llenas de barro, los comerciantes junto al paseo marítimo con bombas para poder achicar el agua lo antes posible. La calle Ribalta y Esplandiú volvieron a convertirse en auténticos ríos para mayor indignación de los afectados.

La madrugada del domingo al lunes fue terrible para la zona del litoral. Fue bastante lluviosa al registrarse cantidades que oscilan entre los 20 y 25 litros por metro cuadrado, con una actividad eléctrica que comenzó a preocupar a los vecinos a partir de las tres de la madrugada, cuando la intensidad de la lluvia se mezclaba con fuertes rachas de viento que llegaron alcanzar los 80 kilómetros por hora y que arrastraron objetos, contenedores y maleza por calles y carreteras. A primera hora de la mañana, la Rambla de La Carrasquilla se encontraba hasta la mitad de su capacidad y arrastraba miles de litros que anegando la zona de desembocadura entre Islas Menores y Los Nietos.

El Ayuntamiento intentó poner remedio y envió una brigada del Instituto Municipal de Servicios del Litoral (IMSEL) que pasó gran parte de la mañana achicando agua y retirando el barro de las calles, una situación que podría volver a repetirse cada día hasta que no se modifiquen las canalizaciones de agua de los campos de cultivos cercanos. De todos los desperfectos tomó ayer buena nota el concejal de Descentralización, Juan Pedro Torralba, quien visitó de nuevo Mar de Cristal con técnicos de Protección Civil, del Instituto Municipal de Servicios del Litoral, de Hidrogea y de Urbanismo. El edil no respondió a las llamadas que DLM hice durante ayer lunes para solicitar sus comentarios.

“Han vuelto a ver las inundaciones y a tomar notas sobre lo ocurrido. En los últimos días se estaba limpiando lo de la anterior inundación y ahora parece que no se ha hecho nada. Los responsables deben aplicar la ley a los culpables de esto y terminar con este problema”, concluye el presidente vecinal.

Igual de peligroso fue circular por la autovía de La Manga a primeras horas de la mañana, a la altura de las dos gasolineras de los Belones, donde el agua provocó charcos muy grandes que junto a los escombros y maleza que arrastró a punto estuvo de provocar varios accidentes. Los operarios de mantenimiento de carreteras estuvieron varias horas para retirar y limpiar la zona para evitar problemas. Los bomberos también tuvieron que intervenir en la carretera de acceso a La Manga Club, RM-12, que tuvieron que rescatar a una persona que quedó atrapada en su coche, según informó el Consorcio de Extinción de Incendios.