La ausencia de Imserso perjudica las ventas del pequeño comercio en La Manga

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Locales de la Plaza del Cavanna cerrados o sin clientes.
Locales de la Plaza del Cavanna cerrados o sin clientes. / J. ABELLÁN

La situación que se temía hace unos meses, con el retraso del Imserso en los hoteles de La Manga del Mar Menor, se está dando por completo. Además de las pérdidas que ha supuesto para los establecimientos hoteleros, los pequeños comercios y restaurantes colindantes están sufriendo el error de la Administración Central. El turismo de “la caña y el vinito”, como lo definen algunos empresarios de la zona, que hacía de puente entre temporadas altas, se ha visto mermado, lo que provoca un amplio recorte en el ambiente de transeúntes y de ocupación de mesas.

El Hotel Cavanna se vió obligado a cerrar el 25 de octubre, veinte días antes de lo habitual. Los Delfines, que llevaba varios años sin cerrar, salvo 15 días para mantenimiento, también ha cerrado sus puertas a excepción de algunos fines de semana. Hoteles que hasta ahora subsistían con el Imserso y ayudaban a que más locales se mantuvieran abiertos. “Tenemos que mandar a los trabajadores al paro entre semana y así estaremos hasta que haya Imserso” comenta Faustino López, maître del Hotel Los Delfines, añadiendo que “el año anterior contaban con 200 o 300 plazas cubiertas y este año no van a llegar a 100”.

El intento de desestacionalizar el turismo en La Manga se ha visto frustrado por la mala gestión de los órganos encargados. Bares cercanos a los centros turísticos que crean los hoteles afirman que sí se nota la falta de los pensionistas. “Nosotros notamos que ponemos menos aperitivos al medio día y que ya no vienen a las tardes de fútbol” comenta José María Conesa del Rincón de Borja. Y no sólo los bares y restaurantes se han visto afectados, la tienda de recuerdos y pequeños souvenirs que hay enfrente del hotel Los Delfines ha reducido su jornada a las mañanas porque dicen que no hay nadie, “esto le ha quitado un 100% a La Manga” apunta Guadalupe de María’s Glamour. A pesar de las pérdidas no se plantean cerrar, por el momento, sino aguantar el tirón.

La Plaza del Cavanna, una de las zonas de referencia en La Manga está vacía desde que cerró el hotel. Varios locales de la zona han cerrado al mismo tiempo y otros mantienen abierto aunque han reducido su jornada. Esta zona tiene el pequeño privilegio de que los autobuses que traen turistas de los cruceros paran ahí, por lo que pueden vender unos cafés o cervezas en los 20 minutos de visita. “El hotel hacía un mundo, salían a pasear y tomar una caña y ahora no hay nadie. Nos quedamos esperando que traigan a los turistas de los cruceros” afirma Tina Marmol del Café-Bar Nino’s. Con el hotel abierto nunca cerraban antes de las 20.00 horas y ahora a las 17.00h se van a casa. “Cuando viene gente de fuera no comprenden que esto esté así” alerta la dueña de Nino’s que dentro de poco se unirá al resto de establecimientos que cuelgan el cartel de cerrado.

Se prevé que se reanude el turismo de pensionistas en diciembre, sin embargo, los empresarios de la zona han perdido la esperanza de recuperar las pérdidas que ha supuesto este fracaso administrativo. A pesar de la lucha contra ella, la estacionalización se ha hecho dueña, un año más, de La Manga del Mar Menor.