¿Qué fue del primer museo español proyectado bajo el agua en Isla Grosa?

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Juan Pinedo, Carlota Pérez-Reverte y Felipe Cerezo, artífices del primer museo subacuático español puesto en marcha en 2014 y que, sin apoyo económico, aguantó abierto un mes
Juan Pinedo, Carlota Pérez-Reverte y Felipe Cerezo, artífices del primer museo subacuático español puesto en marcha en 2014 y que, sin apoyo económico, aguantó abierto un mes / AGORAHISTORIA

En 2013 tres arqueólogos, con sobrada experiencia en arqueología subacuática, iniciaron un proyecto lúdico-científico consistente en crear una visita guiada bajo el agua para conocer la riqueza que esconde los fondos de Isla Grosa.

Juan Pinedo, Felipe Cerezo y Carlota Pérez-Reverte se embarcaron en la idea logrando el apoyo de las dos universidades públicas murcianas (UMU y UPCT), los avales necesarios desde la Consejería de Cultura y las siempre buenas palabras de los ayuntamientos de Cartagena y San Javier. Además, los clubes de buceo de la zona ofrecieron su colaboración con el material e instalaciones mínimas, como un barco, para poder ponerlo en marcha.

La experiencia funcionaba muy bien en otros países europeos y no tenía por qué fallar en España. De hecho, los primeros meses lograron que doscientos entusiastas de la arqueología y del submarinismo descendieran hasta el museo a través de los senderos que marcaron.

Pero tras el éxito mediático inicial (llegaron a ser entrevistados por diarios nacionales de la talla del ABC y canales de televisión como Antena 3) las buenas palabras no se transformaron en apoyo económico. Hacía falta dinero para consolidarlo y éste no llegó.

Según Juan Pinedo “no tuvimos apoyo económico de nadie —ha declarado a DLM— y no pudimos seguir.”

“Los inicios fueron muy prometedores —añade— pero calculamos que hacían falta unos veinticuatro mil euros anuales para mantener abierto el museo y, aunque no pedíamos grandes cantidades a ninguno, ni a las universidades locales ni a los ayuntamientos implicados, lo cierto es que no soltaron ni un euro”.

Pinedo: “volveré a intentarlo el año que viene”

Pinedo, sin embargo, no ceja en su empeño. Tiene intención de recuperar en solitario el proyecto en 2016 y contraatacar de nuevo presentándolo a todas las instituciones o empresas patrocinadoras que quieran escucharle.

Su idea la mantiene en pie tal como la redactaron hace dos años: un pequeño centro de interpretación en el puerto Tomás Maestre, ofertar a los aficionados al buceo que van a visitar los bajos de Hormigas otro nuevo destino y hacer inmersiones durante todo el año en Isla Grosa en compañía de un arqueólogo.

Y Juan Pinedo no es un advenedizo en el mundo de la arqueología subacuática. Él fue quien, en 2010 y gracias a un convenio con el Institute of Nautical Archaeology de Texas, encontró cincuenta colmillos de elefantes de origen fenicio, datados en el 620 adC, en el  bajo de La Campana. “Todavía queda un veinticinco por ciento sin excavar pero está fuertemente protegido por enormes piedras de diez toneladas y se hace muy difícil acceder a esa zona.”

“Quiero retomar la idea —concluye— porque tuvo una muy buena acogida en su momento y es una idea excelente para dinamizar La Manga en invierno. Sin casi propaganda vinieron doscientos en un mes. Imagínate con un poco de promoción y apoyo económico. La cosa tendría gente todo el año.”

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