A veces la realidad sí supera a la ficción. Es lo que han pensado el empresario y los clientes que en la madrugada del martes al miércoles presenciaron como seis personas encapuchadas entraron en un local hostelero de Los Belones, en el que en ese momento había una docena de clientes, para llevarse las máquinas tragaperras. Los delincuentes entraron por la entrada principal y la trasera al mismo tiempo y se marcharon con dos máquinas en una furgoneta a los pocos minutos, tras advertir, con mucha calma, a la camarera su intención de llevárselas. La Guardia Civil ya tiene en su poder las grabaciones de las cámaras de seguridad y está investigando el suceso.
Los hechos ocurrieron sobre las doce y media de la madrugada cuando los ladrones entraron al local La Terraza del Sol, situado en la plaza de la Iglesia del pueblo. Según su propietario, Jerónimo José Roca, entraron cuatro por la parte delantera y dos por detrás. Todos encapuchados, uno llevaba un arma y otro una carretilla. Los delincuentes, al parecer —por el acento— de origen magrebí, se dirigieron a la parte trasera del local donde hay situado un salón de juegos e intentaron llevarse una máquina de cambio, pero al estar anclada en el suelo no pudieron. Minutos después, cogieron dos máquinas recreativas y las subieron a la furgoneta. Se desconoce la cantidad de dinero que podían contener las máquinas. En ese momento, unas doce personas estaban en el interior del local y vieron todo lo que estaba ocurriendo.
“Es más el valor de lo que valen las máquinas ya que pueden costar sobre los siete mil euros. Los ladrones conocían el sitio y sabían dónde tenían que ir. Aprovecharon la poca luz que hay en la calle trasera y se metieron. Lo han hecho con demasiada tranquilidad, como si estuvieran en su casa. Está todo grabado”, relató ayer el propietario de La Terraza del Sol, Jerónimo José Roca.
La camarera avisó rápidamente a la Guardia Civil, que se personó en el lugar y ya ha comenzado la investigación. Al parecer, la furgoneta con la que cometieron el robo fue robada esa misma tarde en la localidad g Pozo Estrecho. Los agentes investigan un posible compinche residente en la localidad que les hubiera avisado para que entraran al local en un momento de menor afluencia. Algunos testigos relataron que dos magrebís se fueron minutos antes de cometerse el delito.
