Tras un considerable retraso sobre el plazo previsto se iniciaron ayer martes de manera oficial las obras de construcción de la nueva rotonda de acceso a Cabo de Palos que se construirá en la RM-12, junto a un nuevo centro comercial Las Dunas cuya remodelación se iniciará en breve.
Al acto asistió el consejero de Fomento, Francisco Bernabé; la concejal de la Oficina y Portal de Transparencia del Ayuntamiento de Cartagena, María José Soler; el presidente de la comunidad de propietarios del centro comercial Las Dunas, José García junto a diversos dueños de los locales del centro que son los que, a diferencia de otras rotondas proyectadas en la zona, han sufragado completamente el coste de esta obra pública.
Según los promotores de la obra, que no ha contado con ninguna ayuda de la Administración como sí lo ha tenido, por ejemplo, las rotondas de acceso a La Manga Club de inminente construcción, se trata de algo «necesario para el nuevo centro comercial para facilitar su acceso a la zona de aparcamiento».
De esta forma, añade el Ayuntamiento de Cartagena, se creará «el tercer acceso con que contará la zona y que sin duda contribuirá a una mayor fluidez del tráfico a esta carretera que es la de mayor absorción de toda la Región: entre veinte mil y sesenta mil vehículos diarios, en la época estival».
Por su parte Bernabé señaló que este nuevo acceso “va a mejorar de forma notable tanto la fluidez del tráfico como la capacidad de aparcamiento en esta localidad tan importante para el sector turístico de la Región”.
La nueva rotonda tiene un presupuesto de 241.581 euros, que aporta la comunidad de propietarios del área comercial, y se construye en el punto kilométrico 18 de la RM-12. El consejero explicó que la infraestructura dotará de un tercer punto de acceso a Cabo Palos, y distribuirá el tráfico que discurre por la vía, lo que “supone un beneficio tanto para los vecinos como para los visitantes”.
La obra consiste en la construcción de una glorieta circular, con un diámetro externo de 47 metros y un diámetro interno de 28 metros, que permitirá disponer de dos carriles de circulación de cuatro metros de anchura cada uno y arcenes de un metro el exterior y 0,50 metros el interior.
Se aplicará un firme de aglomerado asfáltico en caliente sobre base de zahorra artificial, con un espesor adecuado al tráfico pesado previsto en la zona, que supera los 317.000 vehículos al año. Asimismo, se llevarán a cabo las obras de drenaje necesarias, la señalización reglamentaria y el alumbrado de la glorieta.
Las obras podrían estar terminadas de cara al inicio del próximo verano.
