El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, afirmó ayer en una reunión de trabajo mantenida con el nuevo presidente de la Estación Náutica Mar Menor, Luis Cabello, que su equipo de gobierno no es partidario de prohibir sino de regular los usos de las embarcaciones a motor «incluyendo medidas como resguardar las zonas más sensibles de la laguna».
Estas declaraciones las hizo como respuesta a la preocupación que mostraron los responsables de la Estación Náutica ante la posibilidad de que en un futuro no muy lejano pudiera prohibirse este tipo de actividad náutica en el Mar Menor.
Durante la reunión tanto Cabello como el secretario de la entidad, Dionisio García, mostraron además su interés por unir los cuatro municipios ribereños (San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares y Cartagena) «en la promoción turística conjunta del Mar Menor».
Asimismo planteó la posibilidad de que la Dirección General del Mar Menor asumiera labores de coordinación también en materia turística apuntando la conveniencia de trasladar la sede de la citada Dirección General a la zona del Mar Menor.
Finalmente, se mostraron interesados por la situación del expediente de la estructura del hotel Lagoymar, abandonada desde hace años en La Manga del Mar Menor, en el que se trabaja para culminar el expediente urbanístico por ruina y en una subasta pública por deuda municipal, según explicó el edil de Turismo y Urbanismo, Antonio Martínez, que también asistió a la reunión.
La mejora del transporte público en La Manga fue otro de los temas abordados en la reunión en la que se habló de lograr una mayor agilidad en los traslados incrementando las expediciones en la época estival.
¿Y por qué vamos siempre con paños calientes y a remolque de la realidad cuando el problema del Mar Menor es realmente grave?
Cuando hay restricciones de uso a embarcaciones contaminantes en lagos de medio mundo….. ¿Por qué aquí se le permite navegar a cualquier embarcación, o cascarón, que pierda aceite o reposte, con garrafas, en plena mar?
¿Cuando la administración va a dar ejemplo y empieza por obligar a cambiar los obsoletos ferris que cruzan nuestro Mar Menor? (En el lago Constanza, en pleno corazón de Europa, vienen funcionando desde 2015 los «Ferris Verdes», el Seegold, totalmente eléctricos fabricados por Siemens) https://ciudadesdelfuturo.es/seegold-se-echa-al-agua-sin-carburante.php.
O los primeros barcos eléctricos que ya navegan por los canales de Holanda y Bélgica https://ielektro.es/2018/01/30/barcos-electricos-holanda-belgica/
¿Por qué cuando Tesla, Toyota, Siemens….. han apostado por la energía eléctrica para la navegación la Administración sigue a remolque y no regula este sector con perspectivas de futuro prohibiendo YA a los más contaminantes (por ejemplo, los motores de dos tiempos) y aplicando una moratoria al resto?
https://www.taringa.net/posts/info/19841641/Model-Y-el-yate-futurista-para-que-Tesla-conquiste-el-mar.html
https://www.hibridosyelectricos.com/articulo/actualidad/toyota-introduce-tecnologia-hibrida-barcos/20170406125100014083.html
Creo que debemos de actuar YA sin más dilaciones y EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO.
En la segunda mitad de los años 90 dirigí una revista mensual que se publicaba en la zona llamada La Voz (la auténtica) de Dos Mares y posteriormente La Voz del Mar Menor. La línea editorial estaba bastante comprometida con los temas medioambientales y ya se comenzaba a ver la degradación del Mar Menor, sobre todo en los fondos, removidos una y otra vez por las turbinas de las motos acuáticas. Se nos ocurrió sondear el ambiente para limitar e incluso supriimir el uso de las embarcaciones a motor, exceptuando las de transporte público y salvamento pero poco faltó para que nos tacharan de descerebrados. Actualmente, con el lamentable estado de la laguna, lo más sensato sería suprimirlos del todo o, como sugiere Ventura, sustituirlos por eléctricos, si no quieren acabar navegando en lo más parecido a un puré de guisantes. Pero los responsables solo están aquí cuatro años (algunos ni eso) y si la pifian con un tema ‘de esos de los ecologistas’, se van todos de rositas y dejan el marrón para el siguiente. Hasta que no se vean amenazados con penas de cárcel por delitos u ‘omisiones’ medioambientales todo seguirá igual o peor. Un malévolo amigo me comentó el otro día: «Lo que persiguen es que se muera del todo para no tener más remedio que rellenarlo como hicieron en el Vivero. Te imaginas? 135 km2 de superficie construible a ‘unos minutos del mar'»