El Ayuntamiento de Cartagena ha anunciado que tiene intención de sacar a subasta cuatro parcelas de propiedad municipal en Cabo de Palos y en la costa del Mar Menor (uno en Los Urrutias y dos en Mar de Cristal) para «seguir dinamizando el desarrollo urbanístico de nuestro municipio ante el fiasco de las normas transitorias», ha añadido la alcaldesa y concejala del área de Territorio, Proyectos Estratégicos, Ciudad Inteligente y Vivienda, Ana Belén Castejón.
Castejón ha aclarado que «estas parcelas son edificables y no estaban sometidas a dichas normas, por lo que no hay ninguna dificultad en construir en ellas».
En total el Ayuntamiento sacará a subasta diez parcelas de propiedad municipal por un importe total de 3.511.944,97 euros, cuyas bases de licitación fueron aprobadas ayer viernes por la Junta de Gobierno municipal.
Dichas parcelas, además de las señaladas, se encuentran en El Algar, donde se enajenan dos parcelas; Barrio de la Concepción, Los Ventorrillos, El Bohío y Molinos Marfagones.
Según la propia alcaldesa con esta actuación se pretende «incentivar la renovación urbana del municipio».
“Es importante establecer mecanismos que incentiven la participación de la iniciativa privada en este proceso, junto a las actuaciones que nosotros estamos llevando a cabo y por eso hemos puesto en marcha este proceso”, ha destacado Castejón.
112 nuevas viviendas
La venta de estas parcelas permitirá en total la construcción de 112 viviendas, algo que considera Ana Belén Castejón que «contribuye a la dinamización de estos barrios y diputaciones».
Todas las parcelas son residenciales, menos una de las situadas en Cabo de Palos, que está destinada a uso terciario y que cuenta con 1.211 metros, de los que se pueden edificar 707.
Las parcelas a subastar proceden de la cesión obligatoria del 10% y se pueden construir sin necesidad de procedimiento de planeamiento urbanístico porque son parcelas ya contempladas como residenciales.
No entiendo por qué el gobierno de Castejón favorece que suelo público se dedique a más viviendas en el entorno del Mar Menor cuando hace 5 años, siendo oposición al gobierno de Barreiro, coincidían en la colmatación urbanística y la necesidad de espacios públicos para los vecinos.