San Javier reclama al Estado que regenere la Ensenada del Esparto y Pudrimel de La Manga del Mar Menor

4
Los concejales de Turismo y Hacienda se desplazaron a Madrid para reclamar al Gobierno del Estado que les solucione algunos aspectos en La Manga / AYTO S.JAVIER

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de San Javier, Antonio Martínez, y el de Hacienda, Carlos Albaladejo, se trasladaron ayer a Madrid para reclamar al subdirector general para la Protección de la Costa, Ángel Muñoz Cubillo, «una acción urgente de regeneración en las playas Ensenado del Esparto y Pudrimel, en La Manga del Mar Menor, afectadas por pérdida de arena especialmente desde los temporales de noviembre pasado».

Asimismo se interesaron por la licitación del estudio del proyecto de regeneración y estabilidad de las citadas playas «que evitarían la repetición en el tiempo de esta problemática y que estaba iniciado por el anterior equipo del Ministerio en 2017», señala la Corporación sanjavierina.

Antonio Martínez lamentó que “la respuesta del Ministerio sea negativa por la falta de recursos” y criticó “el abandono por parte del Gobierno central de sus competencias en las playas de La Manga”.

Martínez acusó al Estado de no haber dado respuesta a la memoria técnica valorada realizada por el Ayuntamiento tras los temporales de finales de 2018 para la recuperación de las playas.

Ante esta situación «y con el fin de dar una solución al problema» el Ayuntamiento de San Javier ha propuesto al Ministerio una fórmula de colaboración mediante la cual el Ayuntamiento aportaría maquinaria y personal necesario para la adecuación de las playas mientras que la arena la aportaría el Ministerio que ahora se dispone a estudiar la propuesta, explicó Martínez.

Según los ediles desplazados a Madrid, la recuperación del molino de sal de Veneziola catalogado como Bien de Interés Cultural tampoco se realizará ya que el Ministerio les ha informado en la misma reunión «que no dispone de presupuesto para atender la petición municipal para su recuperación» limitándose a ofrecer la correspondiente autorización administrativa para que el Ayuntamiento proceda a las obras de recuperación.

Los concejales también se reunieron con la subdirectora general del Dominio Público Marítimo-Terrestre, Ainhoa Pérez, a quienes planearon la necesidad de que el Ministerio «afronte la solicitud municipal para desafectar siete franjas de terreno de la antigua Zona Marítimo-Terrestre, en La Manga del Mar Menor, que suma unos 57.000 metros cuadrados, que se dedicarían a sistemas de espacios libres o zonas verdes públicas».

Antonio Martínez explicó que vinculando esta petición, se abordó también la solicitud de concesión administrativa del Dominio Público Marítimo-Terrestre «para la ejecución de paseos marítimos ya incluida en el anexo del Plan General de Ordenación Urbana que se encuentra pendiente de su aprobación definitiva».

4 Comentarios

  1. No tendrá el ayuntamiento de San Javier, con lo que nos cobra de impuestos y los servicios que da para la restauración del molino que tiene que solicitarlo al gobierno central. Mejor dejar los ingresos para otras cosas «más importantes»

  2. Es una vergüenza que los que pasamos temporadas en esa zona, tengamos que estar todos los años a tortas con la regeneración de las playas, es normal que los temporales arrastren arena, como en todas las playas, las cuales regeneran, sin tener que dar mas la lata, menos estas que hay que estar dando quejas todos los años, creo que pagamos todos, los impuestos sin rechistar.

  3. La situación que vivimos los vecinos de la Urbanización Punta Cormorán y las Aldeas de Taray es insoportable. Cada año con menos arena y más piedras. Todo eso sin explicarnos como no protegen las dunas en toda la Ensenada del Esparto como si se hace en otros ayuntamientos de la Región o de España.

  4. Es un deber del Ministerio rehabilitar las playas destrozadas por el temporal,y una obligación del Ayuntamiento hacer un paseo marítimo que permita pasear a los miles de turistas,y una acera en la Gran Vía donde todavía no la hay, que impida que la gente tenga que jugarse la vida caminando por el arcén de la vía para ir a comprar el pan.