El Partido Cantonal anunció ayer su intención de convertir las Salinas de Marchamalo en un paraje protegido «con un centro de interpretación, observatorios de aves y paneles explicativos de flora y fauna que ampliaría la oferta de ocio de La Manga»
De esta forma, según la formación, se apostaría «por el turismo durante todo el año» motivo por el cual lo ha incluido en su programa electoral para los próximos comicios autónomicos.
«Este paraje protegido -añade- con hasta cinco figuras de protección ambiental de carácter europeo, entre las que destacan las de Lugar de Interés Comunitario (LIC) y la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), cuenta con colonias estables de flamencos y otras especies acuáticas de alto valor ecológico. Un enclave único sólo similar en la Región al del Parque Natural de Las Salinas de San Pedro del Pinatar donde la Comunidad Autónoma ha acondicionado, con intervenciones de escaso impacto medio ambiental, observatorios de aves, un centro de interpretación y pasarelas de madera alrededor del humedal con paneles explicativos de la flora y fauna».
La mayor parte de las salinas de Marchamalo pertenecen a los promotores Alfonso García y Mariano Roca que han perdido un recurso en el Tribunal Supremo sobre la disminución de la zona de servidumbre de dominio público de cien a veinte metros como en otros tramos de la costa.
Esta decisión judicial, según el Secretario General y candidato a alcalde del Partido Cantonal de Cartagena, Celestino García Alfaro, impide de facto la construcción en este territorio.
«El Pcan propone que la Administración regional compre o expropie el entorno, también catalogado como Humedal de Importancia Internacional, para su adecuación a las visitas de turistas en semejanza de su gemelo pinatarense».
García Alfaro cree que La Manga “tiene que diversificar su oferta a los visitantes y que, con una escasa inversión, este enclave ofrece un nuevo y atractivo punto de interés para la principal playa del municipio”.
Esta iniciativa cumple con el objetivo, tan solicitado por los empresarios y asociaciones de la zona, de desestacionalizar la afluencia turística y, por lo tanto, un paso más para la dinamización de la actividad económica más allá de los tres meses de verano, concluye García Alfaro.
