La Región necesita la puesta en marcha de un Plan de Acción Nacional contra la Desertificación

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La pérdida de la masa arbórea natural y la erosión asociada a la desertificación se aprecia ya en algunos bosques del Parque Regional de Calblanque como el de la imagen, en una de las faldas del Monte Cenizas / JLD

Ciudadanos ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica que aclare si este año va llevar a cabo algún tipo de iniciativa preventiva en relación con la lucha contra la desertificación en la Región de Murcia.

La formación, que ha alertado de que se trata de un problema que afecta a casi el 30% del territorio nacional y tiene una especial incidencia en Murcia y Andalucía -especialmente en la vecina provincia de Almería- ha exigido también a los responsables ministeriales «que dejen de ponerse de perfil y actualicen de una vez el Plan de Acción Nacional contra la Desertificación, aprobado hace ya casi una década y olvidado en un cajón mientras el problema se hace cada vez más acuciante en nuestra Región y otras zonas de España debido al cambio climático», ha destacado el diputado nacional José Luis Martínez.

El congresista naranja considera que la desertificación puede revertirse «con acciones de prevención de la degradación de las tierras, determinando cuáles son los factores que contribuyen a la misma, como son la desforestación, la erosión, la sobreexplotación de los acuíferos y la sobreirrigación, que acaba provocando falta de agua o una salinización de las tierras. Muchos de estos factores están presentes en la Región y deberían abordarse en el marco del citado Plan de Acción Nacional contra la Desertificación de forma urgente».

Naciones Unidas estableció el 17 de junio la celebración del ‘Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía’ con el fin de concienciar acerca de las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos. «Esta fecha -señala- nos brinda una oportunidad única para recordar que se puede neutralizar la degradación de las tierras mediante la búsqueda de soluciones, con una firme participación de la comunidad y cooperación a todos los niveles».

España se adhirió a la «Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África» (CNULD) en el año 1997.

Como consecuencia de esta decisión, el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino aprobó en 2008 el Plan de Acción Nacional contra la Desertificación, con el objetivo fundamental de contribuir al logro del desarrollo sostenible de las zonas afectadas del territorio nacional y, en particular, la prevención de la degradación de las tierras y la recuperación de tierras desertificadas, determinando cuáles son los factores que contribuyen a la desertificación y las medidas prácticas necesarias para luchar contra ella, así como mitigar los efectos de la sequía.