La Universidad Politécnica de Cartagena (Upct) recibirá 102.000 euros de la Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente de la Región, para desarrollar acciones encaminadas a la recuperación de la jara de Cartagena.
Según señala la propia Universidad, la Escuela de Agrónomos trabaja en la conservación de esta especie desde 2010.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia aprobó el pasado jueves la dotación económica para continuar con la investigación y los trabajos de campo.
Los investigadores de Agrónomos, dirigidos por la profesora del área de Producción Vegetal María José Vicente Colomer, han realizado ya la caracterización molecular inicial de la población silvestre y de los ejemplares obtenidos en el Centro de Conservación de Flora Silvestre de la Región de Murcia.
También han hecho el cultivo in vitro de plántulas y la germinación de material de reproducción a partir del rescate de embriones de semillas antiguas. Además, han participado en la producción supervisada de planta en vivero y el desarrollo de estrategias de conservación in situ y han reintroducido más de 250 individuos en el Parque Regional de Calblanque.
Durante 2018, los investigadores han trabajado un proyecto respaldado por la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, y cofinanciado por la Consejería de Medio Ambiente.
La jara de Cartagena (Cistus heterophyllus, subspecie carthaginensis), elegida Planta del Año 2018 en la web «Los Porqués de la Naturaleza», es un arbusto de hasta noventa centímetros de alto, con flor rosa, y es de las especies más amenazadas en la Península Ibérica. S
e conservan menos de cincuenta individuos en estado silvestre y la especie está incluida en la categoría “en peligro de extinción”, en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Las únicas poblaciones de esta planta están en el Levante español, en el tramo oriental de la Sierra de Cartagena y en la Pobla de Vallbona (Valencia).
La Jara de Cartagena está considerada como especie en situación crítica, cuyo futuro está en peligro de extinción, según la orden del Ministerio para la Transición Ecológica publicada el pasado 17 de octubre en el Boletín Oficial del Estado.
