Desde hace un tiempo, el mosquito tigre se ha convertido en uno de los peores enemigos del verano.
Más allá de la molestia de sus picaduras, se considera uno de los animales más letales del planeta debido a su alto riesgo de transmisión de enfermedades como el Dengue, Chikungunya o Zika. Esta plaga está ampliamente extendida en España, especialmente en el litoral mediterráneo y en la costa de la Región de Murcia.
“Conocido científicamente como ‘Aedes albopictus’, es una especie exótica invasora originaria del sudeste asiático”, explica Mikel Bengoa, doctor en entomología especializado en el mosquito tigre.
Para hacerle frente es vital saber cómo actúa. “Su temporada de actividad va de mayo a octubre y, a diferencia de otras especies de mosquitos autóctonas, tiene actividad diurna, picándonos principalmente antes del atardecer en la zona de los tobillos. Su rango de vuelo es muy reducido, de unos 400 metros en toda su vida, por lo que si nos pica un mosquito tigre muy posiblemente lo estemos criando en nuestro jardín sin querer”, expone el experto.
Bengoa recomienda extremar las precauciones este verano y seguir algunas pautas que revela a continuación:
1. Eliminar los focos de cría.
Uno de los aspectos más importantes para prevenir las picaduras del mosquito tigre es evitar que complete su ciclo biológico. Los mosquitos tienen una fase larvaria en la cual necesitan obligatoriamente agua líquida. Cualquier recipiente con agua durante siete días es por tanto suficiente para tener una zona de cría de mosquitos. También aconsejan renovar y limpiar cada 2 o 3 días el agua de los bebederos de los animales y evitar el riego excesivo.
2. Evitar zonas de sombra y húmedas.
Aunque en verano apetece resguardarnos del sol bajo árboles o toldos, la sombra es el sitio preferido por el mosquito tigre para descansar. Por ello, si queremos escapar de sus picaduras lo mejor es evitar estas zonas que en verano se convierten en su hábitat perfecto, sobre todo si mantienen cierta humedad.
3. Respetar los insectívoros.
Animales como las ranas, las lagartijas, los ruiseñores o las golondrinas, que se alimentan principalmente de insectos, realizan un control biológico de los mosquitos.
4. Usar repelentes adecuados.
A pesar de que lo natural está de moda, los repelentes a base de citronela, limón o eucaliptus no son tan eficaces como los que contienen DEET o Icaridin, recomendados por la OMS. Ambos activos desorientan a los mosquitos y alteran sus receptores para que no consigan localizar a las personas. Además, varias investigaciones han demostrado que hay algunos perfumes formulados con DEET también alejan a los mosquitos, aunque duran menos tiempo que un repelente. A la hora de escoger el repelente también es importante tener en cuenta la edad y condiciones de cada persona. No está recomendado, por ejemplo, aplicar soluciones químicas en niños menores de dos años. En caso de las mujeres embarazadas, se desaconseja su aplicación debido a que parte del producto puede absorberse, sobre todo durante el primer trimestre de gestación.
5. Colocar mosquiteras.
Entre las medidas para prevenir las picaduras de los mosquitos se encuentra la instalación de telas mosquiteras en las puertas y ventanas de toda la casa para evitar su entrada. También existen soluciones para colgar en la cama que nos asegurarán un buen descanso libre de visitas nocturnas inesperadas, tanto a nosotros como a nuestros hijos.
6. Estar cerca de los sistemas de refrigeración.
Los ventiladores y el aire acondicionado ayudan a alejar los mosquitos en el interior del domicilio. Esto es debido a que la baja temperatura ralentiza la actividad de los mosquitos y a que las turbulencias del aire que generan estos electrodomésticos molestan y dificultan su vuelo.
7. Vestir con prendas adecuadas.
Es recomendable intentar cubrirse la piel con manga larga y pantalones que cubran el tobillo para protegernos del mosquito tigre. Además, otro elemento a tener en cuenta para hacerle frente es evitar las prendas oscuras ya que los atrae más que los colores claros.
8. No rascarse.
En caso de picadura, el experto advierte de que, aunque produce una sensación de alivio momentánea, frotarse la zona afectada no sólo no elimina la hinchazón y el picor, sino que lo empeora. Rascarse en exceso también puede llegar a causar la infección de la erupción.
9. Enfriar la zona afectada.
Para mitigar las molestias y evitar que la saliva del mosquito se extienda y provoque hinchazón en la piel se puede aplicar un poco de frío local -agua o hielo- o amoniaco diluido.
10. En caso de reacción alérgica, ir al médico.
Todos somos susceptibles de ser picados por el mosquito tigre, pero para algunos la picadura puede ser casi imperceptible y, para otros, mucho más grave. En caso de reacción alérgica, lo más aconsejable es acudir al médico para que evalúe el caso y, si lo considera necesario, recete antihistamínicos o una crema con corticoides.
