Los fabricantes de fertilizantes no consideran necesario cambiar el sistema de fertilización agraria en torno al Mar Menor

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ANFFE se muestra preocupada por la normativa que va a obligar a usar otros tipos de fertilizantes en el Mar Menor / JLD

La Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), que agrupa a los fabricantes españoles de fertilizantes y a las principales empresas productoras europeas con representación en España, está «muy preocupada» por el Proyecto de Ley de Medidas Urgentes para Garantizar la Sostenibilidad Ambiental en el Entorno del Mar Menor y la propuesta de impedir el uso de fertilizantes denominados de «liberación rápida» ya que consideran que esta medida «puede impedir que los agricultores continúen con la importante actividad económica que están desarrollando, generadora una gran riqueza para la Región y una gran aportación a la balanza comercial del país, ya que su agricultura es de las más desarrolladas de España e incluso del mundo».

Para ANFFE la sustitución de estos fertilizantes, entre los cuales se incluye el nitrato amónico, la urea y el nitrato cálcico; por otros de «liberación lenta», como el sulfato amónico; se ha hecho sin tener en cuenta «toda la información científica y técnica disponible».

«La medida propuesta -añade- supone una interpretación equivocada de la naturaleza y actividad de los fertilizantes, teniendo en cuenta las explotaciones agrícolas de esta zona. La realidad es que la liberación de los nutrientes depende mucho de las condiciones de uso y de la climatología, aparte del tipo de fertilizante y de sus características».

Según la Asociación las explotaciones agrícolas que rodean al Mar Menor están dedicadas mayoritariamente al cultivo intensivo en fertirrigación, «con métodos altamente tecnificados y con sistemas de reciclado de las aguas de riego, lo que conduce a una minimización de los vertidos».

«Los fertilizantes nitrogenados más utilizados son el nitrato amónico y el nitrato de cal, por su alta solubilidad y su elevada pureza, dosificados cuando el cultivo los necesita. La contaminación de las aguas en estos casos es insignificante, el aprovechamiento del nitrógeno es máximo y las pérdidas son mínimas».

Por último ANFFE considera que la modificación que realizó la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente en junio de 2016 del Programa de Actuación para las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario, y que afecta a las zonas agrícolas del Mar Menor, «ya promueven la aplicación de buenas prácticas agrarias con las que es posible alcanzar un nivel de calidad de las aguas aceptable para cualquier uso».

«Incluyen, entre otras, las precauciones y obligaciones en la aplicación de los fertilizantes, los periodos de exclusión de la fertilización nitrogenada, las dosis máximas para la aplicación de abonos nitrogenados, las distancias mínimas respecto al dominio hidráulico, etc. Es decir, la Consejería ya define las prácticas adecuadas de fertilización nitrogenada, siendo únicamente necesario controlar el debido cumplimiento de las mismas».