La Comunidad está inspeccionando, a petición de la Comisión Europea, las capturas de pesca y sus productos derivados «con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria, la calidad y el etiquetado de los productos en origen», entre otros aspectos.
En concreto, los técnicos verifican si las especies de pescado procedentes de la pesca se corresponden con las declaradas en la etiqueta o en otros medios de información que acompañan al alimento.
La campaña, que comenzó el martes pasado y finalizará el 23 de mayo, se inicia a instancias de la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), que recoge la recomendación de la Comisión Europea sobre el «Plan coordinado de control para establecer la prevalencia de prácticas fraudulentas en la comercialización de determinados alimentos», que aconseja a los estados miembros realizar un plan de controles intensivos, «con objeto -añade- de detectar la posible sustitución de especies de pescado en productos de la pesca y la acuicultura, transformados y sin transformar».
Así lo establece el protocolo de la campaña de inspección que suscribieron las direcciones generales con competencias en Consumo, Salud Pública y Producciones y Mercados Agroalimentarios el pasado 12 de mayo, en el que colabora el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, con la finalidad de aunar esfuerzos para conseguir un mejor resultado en sus actuaciones.
«La Región de Murcia -señala la Comunidad- destaca en la elaboración de productos derivados de la pesca, por lo que se considera necesario incluir dentro de los planes de inspección controles dirigidos a las industrias manufactureras del sector. Así, la campaña de inspección vela porque los procesos y productos se correspondan con los requisitos y calidades previstas en la normativa y con la información facilitada a los consumidores en el etiquetado».
En concreto, se controlarán aspectos como la sustitución de especies de pescado en origen; la venta de pescado descongelado como fresco sin mencionar que ha sido descongelado; así como la presencia de metales pesados, histamina, monóxido de carbono, nitratos y nitritos, dependiendo de la especie y proceso del producto; y de aditivos no autorizados o que superen los límites fijados.
Los departamentos de Salud Pública y de Producciones y Mercados Agroalimentarios realizarán inspecciones en el sector mayorista; el Seprona controlará a fabricantes y mayoristas, y la dirección competente en materia de Consumo inspeccionará el comercio minorista. Los controles incluirán la toma de muestras, así como la revisión de la documentación y de la trazabilidad de los productos. Así, de se tendrá constancia de los proveedores y de los destinatarios del producto, a efectos de su seguimiento ante posibles anomalías.
