CARM y Comunidad de Regantes Arco Sur acuerdan instalar barreras vegetales en torno al Mar Menor

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Las empresas agrícolas han pactado un acuerdo con la Comunidad para instalar barreras vegetales en torno a la laguna / JLD

La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca y la Comunidad de Regantes Arco Sur han acordado la puesta en marcha de un programa para la instalación de barreras vegetales con la intención de mitigar los efectos de las escorrentías hacia el Mar Menor.

De esta forma tanto la Comunidad como las ocho empresas involucradas pretenden cumplir con el decreto ley de medidas urgentes «para garantizar la sostenibilidad ambiental en el entorno del Mar Menor» y donde ya aparece fijada la fecha límite para la instalación de las barreras: el 6 de enero de 2018.

Tras la reunión mantenida ayer lunes por el director general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, Francisco José González Zapater, con estas empresas «se ha avanzado -añade la Comunidad- en la instalación de estos setos en las distintas parcelas enclavadas dentro de la Zona 1». Según González Zapatar de esta forma se hace compatible «el desarrollo de la actividad agraria en la zona».

La instalación de estas cubiertas vegetales se complementa con otras medidas sobre gestión y manejo de la fertilización orgánica, fundamentalmente estiércol, «que -añade la Comunidad- van más allá de lo fijado en el decreto ley y que limita su esparcimiento a una determinada época del año que ocasiona menores problemas a los turistas».

De forma paralela, el Gobierno regional ha establecido un necesario programa de formación y asesoramiento con las Organizaciones Profesionales Agrarias sobre las obligaciones que tiene que cumplir el sector agrario en relación con el cumplimiento del decreto ley.

Un ejemplo es el taller realizado con la asociación Proexport en el Campo de Cartagena para la instalación de estos setos, celebrado la semana pasada.

Según González Zapater esta colaboración con las empresas agrarias demuestra el interés del sector en establecer un programa coordinado con la Administración para implantar estas estructuras vegetales «lo que significa un ejercicio de responsabilidad del sector agrario a contribuir con la mejora del Mar Menor y minimizar los efectos de la agricultura sobre el medio ambiente”.