El proyecto de instalación de cinco «balnearios sostenibles» en la zona sur del Mar Menor, y donde está prevista la construcción de un hotel y una urbanización, sigue avanzando con la realización, a lo largo de esta semana, de los ensayos geotécnicos para determinar la ubicación más idónea para estas estructuras, según ha informado la Comunidad Autónoma.
Estos trabajos, realizados a una distancia de entre 150 y 200 metros frente a las playas de Punta Brava, Los Urrutias y Estrella de Mar «permitirán conocer determinados parámetros y características geotécnicas de los terrenos, como su resistencia, para la realización de la cimentación de los pantalanes y plataformas de estos cinco balnearios».
La Comunidad aclara que estos ensayos «cuentan con la autorización de la demarcación territorial de Costas del Estado y el informe favorable de la Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente».
Además,» fueron supervisados en todo momento por un biólogo marino y un ingeniero de Caminos para garantizar que no se produjesen afecciones en la flora y fauna submarina de la zona, caracterizada entre otras cosas por la presencia de especies protegidas como el fartet».
Se hacen para «conservar el ecosistema»
El director general de Medio Ambiente y Mar Menor, Antonio Luengo, matizó ayer que “la instalación de estos balnearios es una actuación que combina la conservación del ecosistema del Mar Menor con el mantenimiento de la calidad y las mejores condiciones posibles de las playas y zonas de baño” precisamente en una de las orillas que va a sufrir una mayor presión demográfica como consecuencia de las construcciones previstas.
«La instalación de estos cinco balnearios -continúa defendiendo- es una medida aprobada por científicos y técnicos y consensuada con los vecinos que, además de mejorar la calidad del baño, contribuirá al objetivo prioritario de la recuperación total y preservación de este ecosistema».
«Estas infraestructuras, además, pueden convertirse en refugio para una gran diversidad de especies tanto animales como vegetales, como el caballito de mar, y ayudar a frenar la erosión y desplazamientos de las arenas de las playas, un fenómeno muy acusado en la zona sur del Mar Menor, contribuyendo así a un uso público de un espacio natural de una manera ambientalmente sostenible».
Estudios previos a su construcción
Los ensayos geotécnicos desarrollados esta semana consistieron en concreto en hincar una barra de hierro en los puntos escogidos, con una profundidad prevista en torno a diez metros y a velocidad constante, para medir mediante una serie de sensores la resistencia del terreno, el rozamiento lateral o la presión intersticial del agua. Los resultados permitirán estimar la carga que pueden soportar los pilotes que constituyen la cimentación de los pantalanes y plataformas de los balnearios.
Estos trabajos, realizados con un penetrómetro estático instalado sobre una embarcación, «se han llevado a cabo con las debidas garantías de seguridad y teniendo en cuenta en todo momento criterios técnicos y científicos para evitar, por ejemplo, generar turbidez que pudiese afectar a las comunidades de peces. Así, por ejemplo, la elección de los puntos de ensayo se hizo evitando las praderas submarinas de Cymodocea nodosa y las zonas de vegetación sumergida», aclara la Comunidad en un intento por dejar claro, en todo momento, su especial interés en respetar la normativa medioambiental que le obliga.
«Las obras de instalación de los balnearios -añade- se desarrollarán una vez concluido el verano, ya que se trata de una época de nidificación de aves en la zona. Las infraestructuras, diseñadas de manera sostenible para integrarse en el ecosistema, dispondrán de varios brazos y contarán con una superficie total de más de 400 metros cuadrados estructurados en diferentes alturas, con zonas de sombra y adaptadas a personas con movilidad reducida».
