Medio Ambiente estudiará cómo han afectado las lluvias al nivel de la laguna

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El consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, con el alcalde de Los Alcázares, Anastasio bastida, y el investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena Javier Gilabert comprueban uno de los sensores. / CARM

La Comunidad Autónoma ha anunciado que va a poner en marcha el protocolo establecido donde se incluye la supervisión de la red de medidores para comprobar cómo han afectado estas precipitaciones al nivel del Mar Menor.

En concreto, ayer se analizó la red de sensores de presión hidrostática instalados en el Mar Menor «con el objetivo de obtener datos que permitan mejorar el modelo numérico diseñado para realizar previsiones en la laguna e incrementar así la eficacia en la toma de decisiones ante futuros episodios de lluvias».

Este modelo simula los intercambios entre ambos mares, además de ser capaz de evaluar la tasa de renovación de toda la laguna.

La red de sensores, que cuenta con aparatos en los puertos de Lo Pagán (San Pedro del Pinatar), Los Alcázares y Los Urrutias (Cartagena), permitirá además comprobar la afección del intercambio subterráneo que se producirá a medio y largo plazo al haber incrementado el nivel freático del acuífero del Campo de Cartagena con motivo de las intensas lluvias y que provocará, previsiblemente, «una gran entrada de agua».

El consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, visitó hoy el sensor de presión hidrostática ubicado en el Club Náutico de Los Alcázares acompañado del responsable del grupo de investigación de Ecosistemas de la Universidad Politécnica de Cartagena (Upct) y miembro del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, Javier Gilabert.

“El Mar Menor demostró este verano que ha recuperado en gran medida su capacidad de regulación y fue capaz de resistir tanto las altas temperaturas de los meses estivales como las primeras lluvias del otoño manteniendo unos niveles óptimos de transparencia, turbidez, clorofila o nutrientes. Ahora nos encontramos con estas fuertes lluvias, un fenómeno que también puede alterar su ecosistema y ante el que tenemos que mantener la vigilancia, y por eso activamos desde las primeras horas de este episodio de precipitaciones un protocolo de actuaciones que nos va a permitir controlar y evaluar las posibles consecuencias, así como tomar decisiones basadas en criterios científicos”, señaló Celdrán.

En este sentido, expertos del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor se desplazaron el pasado viernes a las zonas afectadas por estas fuertes lluvias con el objetivo de identificar las principales entradas de agua, conocer el intercambio con el Mediterráneo o iniciar estas tomas de muestras y datos para conocer si se han producido modificaciones en los índices de salinidad, turbidez o nutrientes.

El pasado viernes se realizó una campaña a pie de rambla para tomar muestras en el momento en el que entraba el agua al Mar Menor y estudiar la composición de la misma, y el fin de semana tuvo lugar una segunda campaña que permitió comprobar que el índice de salinidad no había registrado una variación significativa.

Además, las mediciones permitieron comprobar que se había producido un incremento de la turbidez previsible tras las fuertes lluvias, que llegaron a alcanzar los 60 litros en apenas unas horas, y un ligero descenso de la transparencia, que se situaba el viernes en los 4,05 metros de media.