Podemos teme que un Brexit «duro» afecte al turismo y a las exportaciones regionales

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El turismo anglosajón en la Región podría verse afectado por un Brexit "duro". / DLM

El secretario regional de Podemos, Óscar Urralburu, ha señalado que el Reino Unido es un país del que dependen en gran medida “nuestro turismo y nuestras exportaciones” y que ambos sectores, ante la posibilidad de que las condiciones de salida del país de la Unión Europea sean más severas de lo previsto, debería tener un plan de contingencia «que anticipe esta situación y salvaguarde los 30.000 empleos que dependen de nuestras relaciones con Reino Unido o los 1.500 millones de euros que se quedan en Murcia por los negocios que se mantienen en diversos sectores con los británicos”.

Urralburu ha mostrado su preocupación por la “escasa preparación del gobierno regional para abordar una salida dura del Reino Unido de la Unión Europea“.

Es un asunto “de vital importancia para nuestra economía”, puesto que sólo en la compra de vivienda, en especial en la vacacional, “muchos británicos aplazarán o cancelarán la decisión de compra de estos inmuebles, hasta que se estabilice la situación ante la incertidumbre que va a provocar el valor de la libra, la moneda británica. Esto puede repercutir directamente en la recaudación prevista por las cuentas públicas como consecuencia de la reducción de a tributación obtenida por las transacciones de compra-venta”.

Asimismo, el secretario regional de la formación morada ha recordado que el turismo «es uno de los motores de la economía murciana, supone el 11% del PIB regional y los turistas británicos son más del 40%».

Por ello, ha dicho Urralburu, este va a ser uno de los sectores más afectados “y no conocemos medida alguna del PP para evitarlo. Y esto impacta en la restauración, ocio, comercios, alquiler de coches, etc, quienes no cuentan con herramientas para afrontar esta situación”.

Para Óscar Urralburu, la “tercera pata del banco es el sector agrícola y el de la alimentación. Nuestras empresas exportadoras de frutas, verduras, legumbres, vino, incluso transporte y demás sectores ligados directa o indirectamente a la agricultura, se verán perjudicados por un doble motivo. Primero, la bajada de la libra, que puede suponer una menor capacidad de consumo. Segundo, por las posibles barreras de entrada de los productos españoles en este país, tales como aranceles, tasas y demás impuestos que se pueden grabar a los productos cuando entren en sus fronteras y que pueden hacer menos competitivos. Reino Unido es el segundo mayor mercado exterior de nuestra economía solo por detrás de Francia”.

Por estas razones, ha dicho Urralburu, las claves para seguir teniendo al Reino Unido como principal socio comercial “dependen en gran medida de cómo se gestionen los ajustes que se hagan en este país, algo a lo que los empresarios, pymes y autónomos no pueden enfrentarse solos. Necesitan un gobierno regional que les guíe, ayude y ofrezca soluciones ante la incertidumbre que se plantea”.