“Si se sigue construyendo más en la zona, lo bueno que tenemos desaparecerá”

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José Antonio Romero, presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Paraíso.
José Antonio Romero, presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Paraíso. / P. CONESA

A José Antonio Romero le encanta Playa Paraíso. Cree firmemente que este rincón de la costa cartagenera tiene algo especial que no encuentra en otro lugar. Fiel a ese principio es el presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Paraíso, una localidad considerada como ciudad-dormitorio en la que viven más de medio millar de personas que va desde el final de Playa Honda hasta la playa de Los Alemanes de La Manga del Mar Menor. Este jubilado de Aquagest, ahora Hidrogea, vive a caballo entre Los Dolores y la localidad ribereña y está convocado a la reunión de la próxima semana para buscar solución a los problemas de las inundaciones de la zona. Espera que la zona no tenga más presión urbanística.

– Usted está convocado a la cita para buscar soluciones a los problemas de las inundaciones. ¿Cómo lo afronta?

– Nos afecta a todos y esto es un problema que hay que intentar solucionar. Vamos a apoyar a nuestros vecinos. No nos afecta tanto, pero también la fuerza con la que baja por nuestras calles también provoca destrozos en la orilla del paseo. Lo que ellos sufren es mucho y no es normal toda la basura que se arroja al Mar menor. Nosotros hemos pedido que solucionen algunos problemas y esperamos solucionarlo, como ellos.

– Playa Paraíso es considerada como “ciudad-dormitorio” ¿Le parece bien este adjetivo?

– Por supuesto, es una zona barata en cuanto los alquileres de la zona y hay muchos trabajadores que fijan su residencia mientras se van a Escombreras, Cartagena o La Manga Club a desempeñar su horario laboral. Es así porque no tenemos bares, ni comercios ni mucho más para entretener a los residentes. Tenemos una excelente playa y eso también nos da valor.

– Pero tienen un buen polideportivo.

– Es de lo mejor que tenemos, está claro. Tuvimos que luchar contra más de treinta y dos asociaciones que querían construir esta instalación en sus pueblos, pero al final lo conseguimos nosotros. Presenté los planos y estuve en contacto permanente durante mucho tiempo para exponerles que este es el mejor sitio. Desde entonces, la zona ha ganado mucho ya que tenemos más visitantes y es un añadido para que vengan más residentes o turistas por el pueblo. Los trabajadores están haciendo una excelente labor e intentamos apoyarles en todo lo que nos piden.

– Tal es así que han abierto la sede bastante curiosa en su forma cerca de estas instalaciones.

– La sede ha sido pagada buena parte por los vecinos. Se trata de un local prefabricado al que le hemos añadido siete módulos por lo que llegamos a cien metros cuadrados. Lo hemos hecho así porque no nos dejaban hacer obras en ese terreno los técnicos municipales y tras años esperando y presentando proyectos, ya lo tenemos. Es para todos.

– ¿Qué necesidades tiene la zona?

– Hemos presentado un escrito al Ayuntamiento y una de las más importantes es el problema que tenemos con al autobús. El que viene de Cartagena y entra a la iglesia de Playa Honda, pedimos que pase por Playa Paraíso. Si en lugar de dar la vuelta siguiera hasta la playa y gira hacia la localidad hará menos kilómetros de lo que hace ahora. Lo hemos medido y hemos presentado las conclusiones a los responsables de la zona. El pueblo está incomunicado en ese sentido y creemos que hay que solucionarlo. Además,, deben repintar los pasos de peatones, arreglar los jardines de la calle Dios Baal, reparar farolas apagadas, terminar las aceras en los aparcamientos de la calle Dios Dragón e Himilce frente al polideportivo así como reducir el problema de los mosquitos.

– La localidad está marcada por abundancia de residentes extranjeros. ¿Cómo es la convivencia?

– Es buena, pero cada vez hay menos residentes extranjeros. Hace quince años eran muchos pero poco a poco se van alejando porque la crisis nos ha afectado a todos y se vuelven a sus países. La convivencia siempre ha sido buena y por ejemplo las reuniones de la asociación antes las hacíamos en español y después en inglés, para que todos se enteraran de lo que pasaba. A ellos les interesaba estar al tanto de todo y nosotros ponemos las facilidades. Tenemos bastantes nacionalidades en la zona como ingleses, alemanes o hindúes.

– ¿Notan la presión urbanística que se ejerce por una posible desaparición de las Salinas de Marchamalo?

– Es perjudicial para la zona. Yo no dejaría edificar en la zona porque masificamos una playa donde su mayor encanto es la tranquilidad. Tenemos mucho espacio y ahora no se molesta a los vecinos. Si se construye finalmente, todo lo bueno que tenemos desaparecería y sería un desastre. Espero que no se haga porque tenemos que cuidar la zona en la que vivimos.