En noviembre de 2018, hace exactamente seis meses, la Comunidad Autónoma instaló con cargo a los Fondos Europeos cuatro puntos de acceso para la retirada de embarcaciones en el Mar Menor con un coste de 31.000 euros cada uno.
Medio año más tarde las rampas presentan el lamentable estado que se pueden apreciar en las fotos. Según algunos usuarios están completamente inutilizadas para el objetivo que se crearon.
En el momento de la inauguración, el consejero de Presidencia, Pedro Rivera, afirmó que este proyecto formaba parte de las «medidas de conservación y preservación del Mar Menor» y que su construcción «contribuye a organizar los usos de la laguna haciendo compatibles los usos recreativos o turísticos con los valores ambientales al fomentar la navegación responsable”.
El consejero calculaba que unas 2.500 embarcaciones se iban a beneficiar de esta inversión de la Unión Europea y anunció los puntos: serían cuatro y estarían ubicados en El Atalayón, Los Urrutias, Islas Menores y Playa Honda.
Cuando el 4 de marzo del año pasado la Consejería de Presidencia y Fomento sacó la licitación en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) de las obras para la construcción de los cuatro puntos de acceso se justificó el encarecimiento de la obra por el coste de los materiales.
«Las rampas -añadía la Comunidad Autónoma- estarán compuestas por dos tramos de diferente material, serán desmontables, estarán unidas entre sí por argollas-grietes de acero inoxidable y llegarán a las zonas donde exista arena no cohesionada y que pueda dificultar la entrada de los vehículos».
Pero las obras tan solo han aguantado medio año.
124.000 euros tirados a la basura y, posiblemente, sin necesidad de dar explicaciones a la Unión Europea por semejante y efímero dispendio.
Galería de imágenes del estado en el que se encuentran las rampas de acceso de Islas Menores y Playa Honda:
