El IMIDA advierte de la reducción de entrada de agua al Mar Menor por las encañizadas de San Pedro

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El Mar Menor ha perdido parte del aporte de agua que recibía por una de sus principales golas / DLM

Según una investigación realizada por el grupo SIGyT del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA) «la mayor entrada de agua del Mediterráneo al Mar Menor está desapareciendo».

Los investigadores han realizado la fotogrametría y batimetría del área de Las Encañizadas, en la zona norte de La Manga del Mar Menor y correspondiente a unas 220 hectáreas de superficie del parque natural Las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar donde han podido constatar el descenso en el volumen de paso de agua, una de las más importantes aunque La Manga cuenta con cuatro golas que interconectan el Mar Menor con el Mediterráneo a lo largo de sus veintiún kilómetros.

Gracias a ellas, se regula la salinidad y la temperatura de la laguna y permiten el paso de especies animales.

Sirviéndose de imágenes obtenidas por satélite y de drones, los investigadores del IMIDA han podido analizar el estado de la mayor de estas golas. Los resultados demuestran que Las Encañizadas se han estrechado en un 80% en el transcurso de ocho años.

«Desde 2009, ha pasado de un tamaño de entrada de 540 metros a 120 metros. Y en cuanto a la profundidad del canal, hemos pasado de un calado de 70 centímetros a sólo 25», precisó el investigador del IMIDA.

Los depósitos más significativos tuvieron lugar entre el 17 y el 19 de diciembre de 2016 por las tormentas que dejaron más de 300 l/m2 y los fuertes viento de levante que movilizaron gran cantidad de arena desde la playa de la Llana, la cual ha perdido más de 20 metros en algunas zonas, de acuerdo a las conclusiones de los análisis.

Además, los investigadores han realizado un análisis del estado de las aguas de toda la laguna marina. Mediante una sonda han registrado la evolución de los niveles de diversos parámetros, como temperatura del agua, salinidad, oxígeno disuelto, sólidos en suspensión o la concentración de clorofila.

Esta concentración es el indicador de las floraciones de algas, responsables de que el agua esté turbia y adquiera un color verdoso. De acuerdo a la normativa pertinente, el nivel de clorofila no debe exceder los 5 miligramos/litro para que no entre en estado eutrófico, que es cuando hay un exceso de nutrientes.

Respecto al color verde del Mar Menor que captaron las imágenes del satélite, Erena subraya que «el pigmento verde se debe a la clorofila, pero eso no significa que sea perjudicial para la salud. Significa que hay muchas algas por el elevado nivel de nutrientes que llegan a las aguas».

1 Comentario

  1. Buenas tardes, entiendo y respeto el último comentario del experto, acerca del hecho que el aumento de microalgas no sea perjudicial para la salud, pero por buen sentido convendreis con migo que la estética en este ( y no únicamente) caso requiere su parte: si tenemos delante una paella magistral nos atrae de distinta manera que si cogemos la misma paella y la trituramos en la picadora…Y las especies autóctonas que mueren de anoxia aún así de momento no dan gran interés al la componente estética, empeñadas cómo están en intentar sobrevivír…