Hace un par de semanas pudimos ver la inauguración del nuevo puente de Cádiz, llamado Puente de la Constitución, también denominado «de La Pepa», y me dio bastante envidia. La pregunta que me hago, como muchos amigos y empresarios de La Manga del Mar Menor, es ¿se podría hacer eso aquí? Sí, el lugar es el final de La Manga. No parece del todo descabellado y la conclusión que se puede extraer que sólo hace falta una cuestión fundamental y a la vez muy difícil de conseguir: que todos los que tienen implicación se pongan de acuerdo porque al final depende de una voluntad política. Es así, los actuales responsables de nuestra administración sólo miran los resultados a corto plazo ya que todo está muy agitado y nadie sabe si estará en el poder dentro de cuatro años. No quieren obras que duren más ya que no se van a poder poner la medallita al cuello. Es una pena.
El puente de Cádiz es una obra faraónica y es la infraestructura más importante que se ha construido en Europa en los últimos años. Mide poco más de tres kilómetros y se ha convertido en el segundo más alto del mundo, por detrás del conocidísimo Golden Gate de San Francisco. Son más de ocho años de trabajos en los que ha supuesto una inversión al Ministerio de Fomento de casi 500 millones de euros. Es difícil de entender cómo una de las ciudades con más paro de España y con varios cambios de gobierno en los últimos años, puede construir algo así. Envidia porque está claro que con independencia del color al que pertenezcan han sabido ver una necesidad de la zona, que a buen seguro mejorará comercialmente.
Todos los datos que se expongan serán buenos y desde aquí nos alegramos. Debe ser una maravilla cruzarlo y creo que se podría hacer aquí. No debemos entrar en debates que si abrir La Manga o no, pero lo que es incuestionable que el impulso que se daría la zona sería espectacular. Aquí tenemos algo parecido como es el puente del Estacio, que nadie quiere mantener y que en ocasiones como el pasado mes de enero estuvo cerrado un mes porque había que traer la pieza de Alemania. Está claro que el famoso acceso norte no debe afectar al medio natural, porque hay que recordar que la fauna y la flora, al Parque Regional de Las Salinas y los Arenales de San Pedro pueden verse afectados. Los paisajes naturales de esa zona son una maravilla así como la vegetación y fauna propios del Mar Menor que allí podemos ver fuera de los efectos del cemento, chiringuitos y la contaminación.
No hay unanimidad entre los partidos políticos, las asociaciones vecinales, ni empresarios, ni ecologistas y así será difícil conseguirlo. Siempre hay una pega. De hecho, el tema del acceso Norte lleva muchos años como debate en la zona y parece que lo seguirá siendo por muchos más. De todas formas, cuando vaya a Cádiz el puente de La Pepa será uno de los lugares que pienso visitar.
