El Mar Menor y sus vecinos

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Ángel Monedero, presidente de la Asociación de Vecinos de Mar de Cristal, ha hecho llegar a Diario de La Manga una copia de su intervención el pasado lunes en las charlas organizadas por la plataforma Pacto por el Mar Menor. Monedero es un destacado representante vecinal en la lucha por la protección y conservación de la laguna salda, siendo el impulsor de la denuncia que se presentó ante la Fiscalía de Medio Ambiente.

En 1987, mi hija Miryam tenía siete años y mi hijo Alberto cinco.

Me viene el recuerdo de  la imagen de Miryam, con cubo y su pala haciendo castillos en una arena llena de trozos de chapinas, y la da Alberto, con su bañador a rayas y gafas de bucear pasándose horas dentro del agua, en Punta Brava, pescando ZORROS. Utilizaba la misma técnica que ya yo utilizaba 25 años antes en Los Nietos, la de dejar ladrillos para que los pequeños gobios se introdujeran en ellos, tapar con las manos los extremos del ladrillo y vaciar su contenido en cualquier recipiente. Con suerte cogías uno.

Recuerdo los caballitos de mar, y las recolecciones de chapinas en la arena y en el fondo marino, y los días en que el levante dejaban en la orilla una miríada de algas de forma esférica, como boñigas, que servían de arma arrojadiza en nuestras peleas infantiles, y también recuerdo, que de cuando en cuando aparecían unas pocas medusas, y que los niños nos afanábamos en sacar del agua con nuestros pequeños cubos y palas, dejándolas secar junto algún bote de pescadores varado en la arena.

Recuerdo el gran palafito que era el Club de Regatas de los Nietos, sobre sus cientos y cientos de estacas sobresaliendo de la lámina de agua, era toda una aventura pasar por debajo de su estructura.

Mi familia ha tenido suerte, ha podido conocer un Mar Menor vivo. No sé si mis nietos tendrán la misma fortuna.

En ese mismo año de 1987, se promulgó la ley regional 3/1987, de Protección y Armonización de Usos del Mar Menor, que en su art 2 definía que se entendía que para la protección del Mar Menor se establecería un régimen Jurídico Especial, para salvaguardar la integridad del conjunto de los ecosistemas de mar Menor y espacios circundantes, en razón de su interés ecológico, científico, cultural, recreativo, turístico y socioeconómico.

Ley pionera que creaba una estructura basada en cuatro instrumentos: las Directrices de Ordenación Territorial del Área del Mar Menor, su Plan de Saneamiento, el Plan de Armonización de Usos del Mar Menor y por último el de Ordenación y Protección de su litoral.

Pero esta ley no se desarrolló, no dio los frutos deseados, y quedó derogada por otra ley, la 1/2001, de 24 de abril, del Suelo de la Región de Murcia, a su vez derogada por Decreto Legislativo 1/2005, de 10 de junio, por el que se aprueba el texto refundido de la citada Ley del Suelo.

Gracias a derogar protección medioambiental por ordenación del territorio, se están tramitando procedimientos con nombres tan sonoros como Novo Cartago, Marina de Cope, Puerto Mayor, La Zerrichera, El Roblecillo, Trampolín, Veneziola, etc.

Mis hijos seguían creciendo, y con el paso de los años al Mar Menor se le iban otorgando sucesivos apellidos de protección medioambiental.

RAMSAR 706 Humedal del Mar Menor, ZEPIM Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo, LIC ES6200030 Lugar de Interés Comunitario, Espacio Natural Protegido, ZEPA Zona de Especial Protección para las Aves, Area de Protección de la Fauna Silvestre (APFS) y Espacio de la Red Natura 2000

Creo que un poco de suerte, en breve llegaremos a los OCHO APELLIDOS MEDIOAMBIENTALES, entonces será momento en el que nuestros administradores, lo utilicen como un logro sin parangón. Estos serán los titulares “LA REGION DE MURCIA PRIMERA COMUNIDAD AUTONOMA QUE LOGRA ALCANZAR OCHO ALTAS CALIFICACIONES DE PROTECION MEDIOAMBIENTAL”. Viva el confeti y los fuegos de artificio.

Al igual que mis hijos continuaba creciendo , también crecía el número de Protocolos, Leyes, Instrumentos, Directivas, Decisiones, Dictámenes y Acuerdos, que las administraciones han promulgado, suscrito o ratificado , y que se adoptaron para ser la salvaguarda del medioambiente de la Región y por ende de nuestro Mar Menor.

Pero a pesar de todas este inmenso compendio de normativa, de todas las horas usadas y perdidas en reuniones, planteamientos, estudios, comisiones, juntas, visitas, análisis, borradores, anteproyectos y proyectos, nos encontramos que en la actualidad no hay normativa regional alguna que nos indique en que forma y manera se ha de acometer y gestionar la protección del Mar Menor.

Y todo ello a haciendo caso omiso de lo solicitado por la Comunidad Económica Europea que hasta en dos ocasiones ha comunicado la obligación de DESARROLLARA LOS PLANES DE GESTION INTEGRAL de los Espacios de la Red Natura 2000.

Pues bien, muy a pesar de ello, a fecha de hoy la Región de Murcia no ha aprobado aún ni una sola normativa ni plan alguno de gestión integral, o protección medioambiental de la Red Natura 2000.

En resúmen, el Mar Menor sigue sin protección.

A estas alturas de la historia, mi hijos son ya adultos, aunque ya no puede observar a sus hijos pescando durante horas ZORROS, ni ver caballitos de mar, ni pisar chapinas, pues si pisan algo, será cieno y se quedarán clavados en él, y cuando sople levante no olerán a salitre sino a la pestilencia a bomba fétida del gas sulfhídrico, que emana de toda la materia orgánica en descomposición que existe en la laguna salada

En estos 30 años hemos visto como el Mar Menor, nuestro mar pequeño, pasó de estar achacoso a estar enfermo y si no lo remediamos lo veremos pasar a enfermo terminal, y veremos cómo muere, e iremos a su velatorio y recordaremos lo bueno que era, lo bien que en él lo pasamos alguna vez, cubiertos con su salitre.

En estos 30 años los vecinos, veraneantes y visitantes de la Laguna hemos pasado de la SORPRESA al ASOMBRO, del ASOMBRO a LA INCERTIDUMBRE, de la INCERTIDUMBRE al TEMOR, del TEMOR al MIEDO, y del MIEDO a la IDIGNACION y a la CÓLERA.

Hemos comprobado tal inacción y dejación por parte de la Administración que nos hemos visto obligados a acudir a la Justicia como método habitual para que se tengan en cuenta nuestros problemas. La administración nos obvia y si el estado del agua se vuelve crítico, si llegara a ser irreversible, que será de nosotros, que ocurrirá con nuestro patrimonio natural, que ocurrirá con nuestros recuerdos, que pasará con nuestra vida y con nuestra hacienda. Qué triste que el ciudadano tenga que demandar a la administración porque no cumple con las obligaciones que le marcan las leyes y nos deja en total desamparo.

Salen a la palestra multitud de noticias sobre la construcción de nuevos paseos marítimos, proyectos sobre mono-raíles en La Manga, o una conexión mediante túnel submarino para crear el acceso norte, o un servicio de taxis-acuáticos, nuevos alojamientos y un largo, todas encaminadas a dar más y mejores servicios a los usuarios.

Seguimos oyendo que es primordial la renovación de los métodos de impulsión y promoción turística, EL MAR MENOR ES UN MOTOR DEL TURISMO, y por tanto hay que buscar y crear incentivos para convertirlo en un gran polo de atracción de visitantes. Y HABRA QUE BUSCARLOS, pero prioricemos CUANDO MI HIJO ESTA ENFERMO, COMPRO MEDICINAS, NO JUGUETES. Tanto oír de renovación, impulsión, promoción y nuevos incentivos para mejorar el Mar Menor y su entorno, digo yo que tal como se encuentra el agua, para que queremos tanta PARAFERNALIA.

Para que necesitamos fomentar el turismo, con apellido sostenible, promocionar los deportes náuticos, adecuar los puertos deportivos… tal como se encuentra la salud de la laguna, para nada y para nadie. Se está haciendo tarde, ya es tarde, pues en poco tiempo no habrá ni vecinos, ni visitantes ni turistas en sus orillas. Nadie quiere, ni visitar, ni disfrutar, ni navegar, ni atracar, ni nadar o pasear por una nueva laguna Estigia ni vivir en los alrededores de un Mar Muerto.

Estos treinta años de dejación han provocado que se mire con recelo, como una nueva amenaza para la laguna las actividades de uno de los motores de la economía regional, la agricultura, pues se ha cambiado el uso del suelo, pasando de secano tradicional a regadío intensivo, sin saber los efectos que esta forma de agricultura afecta a la laguna. Se están creando, por la no realización de no muy buenas prácticas agrícolas de algunos extensivitas, problemas añadidos, como las plagas de moscas, el polvo en suspensión, los malos olores por los acopios de estiércol y sobre todo, los arrastres de las escorrentías cada vez que llueve, que lleva a la laguna tierra de aluvión, por estar sin fijar debido al continuo laboreo, tierra que lleva parte de ese estiércol, y de los abonos, pesticidas y fitosanitarios que se usan en este tipo de producción intensiva, que están colmatando la albufera, llenándola de nutrientes y eliminado el oxígeno, y matando el agua y la materia viva.

Y no quiero recordar las inundaciones en sótanos, garajes y viviendas. En ella hemos perdido lo poco o mucho que de valor tuviéramos, pero también hemos perdido recuerdos, plasmados en fotografías, libros, juguetes… Pero hemos ganado algo, ahora tenemos MIEDO. Miedo al vivir constantemente bajo la espada de Damocles, esa espada que llega con las nubes de tormenta, las que nos produce el temor a una nueva inundación, a una nueva escorrentía, a un nuevo arrastre de lodos, una nueva desaparición de las playas, y una nueva capa de lodo y cieno en el fondo del mar, cieno del que podremos disfrutar con la llegada de una nueva temporada de baño

Estamos dando lugar a que el mayor desastre medioambiental del arco Mediterráneo, la bahía de Portman, quede en algo anecdótico. Vamos a conseguir que el legado natural que deberían poder disfrutar nuestros hijos y nietos, el Mar Menor, lugar único en Europa, quede como la herencia de un canallesco desastre ecológico, en un regalo envenenado para las generaciones venideras.

¿Y quién pensamos que puede primero parar y luego tratar de intentar arreglar esto? Está claro y meridiano, la Administración. Estamos convencidos, 30 años así lo demuestran, que la voluntad de nuestros políticos es determinante en la aprobación de un Plan de Gestión Integral para el Mar Menor, más allá del trabajo técnico, pues tenemos la certeza de que tras tantos años no habrá no uno sino varios proyectos elaborados, proyectos que no han salido a la luz por FALTA DE VOLUNTAD de la administración. Y por ello no preguntamos. Tras treinta tres años del Estatuto de Autonomía, tras treinta y tres años en los que no se ha cuidado como debiera el patrimonio natural, ¿Por qué sigue siendo la Administración Regional competente en temas medioambientales? Cuando un padre abandona a un hijo, se le priva de la patria potestad.

La administración tiene abandonado al Mar Menor, ya que además de no legislar en torno a él, tampoco ha tenido voluntad para aplicar los instrumentos que tenía a su mano para preservarlo, la Normativa Estatal. Pero la administración, usa las mismas tretas y artimañas que cualquier compañía de servicios telefónicos, que para aburrirte, te hace pasar por mil operadores a los que tienes que ir contando siempre la misma historia.

Incluso las ha perfeccionado de tal forma, que los ciudadanos, los vecinos, tenemos que lidiar con tres administraciones, Local, Regional y Estatal, que forman un entramado inconexo y sin coordinación en asuntos que les resulten comunes.

Nos van enviando de una administración a otra, de un departamento a otro, de un negociado a uno diferente y así, y con este truco artero, y con la cantidad ingente de Direcciones Generales, Demarcaciones, Confederaciones, Consejerías, Ayuntamientos y demás instituciones y organismos con competencia y potestad sobre el Mar Menor, entre tanta burocracia, el ciudadano se pierde, se cansa, se aburre, y abandona y con él se pierden sus reclamaciones, sus reivindicaciones y con su pérdida se cierne un negro futuro para el Mar Menor y sus vecinos.

Señores de la clase Política, BASTA YA. HAGAN SU TRABAJO, llevan 33 años de retraso

Angel Monedero, vecino del Mar Menor. Presidente de la AAVV de MAR DE CRISTAL.

2 Comentarios

  1. Articuolo grandioso!
    Soy Austriaco y estoy pasando unos 3 meses cada ano en La Manga Desde 1982.
    Es una pena y un desastra como se trata ese lugar el mas valorable de Europa. El agua estuve muy sano especialmente para el piel (Psoriasis). Hoy en dia es muy sucio.Las playas del Mar Menor estuven poco mas limpio ese ano pero los perros hacen sus necesidades en la playa. No se ve inspeccion en ningun lugar ni indicationes ni multas!
    Espero que se puede salvar algo en tiempo
    Saludos desdeAustria
    Sever Heinz